Vélez y Tigre, sin ventajas y con mucho para trabajar

Podría caerse en el lugar común de explicar que fue un típico partido de una primera fecha. Porque aunque ganó en emotividad durante algunos pasajes del segundo tiempo, ni Vélez ni Tigre alcanzaron a conformar a sus hinchas, ausentes en esta oportunidad por tratarse de un partido a puertas cerradas, como consecuencia de los incidentes registrados en la fecha final del Inicial 2013. Tanto uno como otro todavía se están acomodando a las exigencias de sus entrenadores y a ambos, justamente, les quedó en claro que los cuerpos técnicos tendrán un buen trabajo por delante.Más allá de haber ganado hace poco la Supercopa Argentina, por tratarse de apenas un partido, todavía no está muy claro el estilo que intentará imponer en Vélez el Turu Flores. Es evidente que mantiene (o busca mantener) algunos lineamientos que fueron característicos de la gestión de Ricardo Gareca, como el orden defensivo entre cuatro hombres que se conocen de memoria, pero también es cierto que sufre cuando no aparecen quienes más saben de la mitad hacia adelante. Ello, claro, potenciado en este torneo por las ausencias de los transferidos Federico Insúa y Francisco Cerro. Con esas intermitencias, el equipo de Liniers sufrió en el primer período, cuando en medio de un partido trabado y con pocas emociones se encontró con un Tigre algo más ordenado. No es que el conjunto dirigido por Fabián Alegre fuese un dechado de virtudes, pero con algunos destellos de Pérez García y Rusculleda le alcanzó para dejar una imagen levemente superior a la del local. No obstante, la mayoría de las acciones transcurrió bastante lejos de los arcos.En apenas un minuto hubo una oportunidad para cada uno: a los 26 minutos, Sebastián Domínguez vio ben ubicado a Pratto y le puso un milimétrico envío al área que el delantero conectó con lo justo y la pelota se fue cerca de un palo; casi en la réplica, fue Vitti quien le colocó en el pecho la pelota a Rusculleda, que desperdició la chance al enviarla por sobre el travesaño.A partir de entonces se creyó que el nivel podía levantar, pero las pocas apariciones de Mauro Zárate y un inconstante Canteros no le ayudaron a construir a Lucas Romero, que para cumplir esa tarea necesita impersiosamente de ellos. Tigre, sin ser más peligroso, acabó dejando una mejor...