Por una ley de amparo

En mayo de 2006, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el texto de una ley de amparo que, por votación unánime del cuerpo -tanto en general como la totalidad de su articulado en particular- ponía fin al arcaico régimen que se había dictado mediante un decreto-ley en diciembre de 1966. Dicha norma había establecido que no podía ejercerse el control de constitucionalidad por los jueces cuando se tratara de acciones de amparo. El espíritu y la letra revelaban un criterio restrictivo en cuanto a la aplicación de ese procedimiento sumario de protección de derechos conculcados. Pero la "media sanción" de 2006 nunca se convirtió en ley, pues el Senado no la trató.Sería oportuno que se vuelva al tema ahora. El 1º se celebró, además del Día Internacional del Trabajador, la sanción de la Constitución de 1853; el 25 es el día de la promulgación de esa Constitución histórica, y el 9 de Julio se recuerda la solemne jura por los pueblos de las catorce provincias de ese texto de la Ley Suprema de los argentinos.Lo que estamos poniendo sobre el tapete y llamando la atención no es una mera ley procesal: es una ley de fondo, una ley de garantías y una ley complementaria de la Constitución Nacional que va a ir pareja y unida a su texto en todo lo que de aquí en adelante y en el territorio del país sea un pedido de protección ante una situación de violación y arbitrariedad.El amparo fue creado judicialmente por la Corte Suprema en los casos Siri (1957) y Kot (1958) sin contar con ley reglamentaria alguna. Por eso cabe rendir homenaje al doctor Alfredo Orgaz, entonces presidente de la Corte, porque aun atravesando por una situación difícil tuvo el coraje de desautorizar al gobierno existente en ese momento y levantar la clausura de un periódico, porque no sólo estaba en juego la libertad de prensa, sino también la propiedad del diario. El doctor Orgaz no sabía si ese fallo iba a ser acatado o no. Sin embargo, fue acatado y sentó jurisprudencia, y fue irreversible desde el punto...