Lewis e Interlagos, imperdibles

No son pocos los que dicen que les cuesta bastante levantarse temprano los domingos de Fórmula 1 para ver sistemáticos duelos entre los pilotos de Mercedes y poca lucha con el resto, salvo lo que ocurre del tercer puesto para abajo, donde sí se aprecian maniobras de sobrepaso. Pero como enfatizaba el personaje de Pablo Sandoval, interpretado por Guillermo Francella en El secreto de sus ojos, lo que nunca se pierde es la pasión. Y son esos mismos apasionados por la máxima categoría los que palpitan una nueva definición, en este caso con Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Sólo quedan dos competencias. Pero una de ellas, el próximo domingo, es el GP de Brasil. En Interlagos. Un lugar especial para el británico, más allá de sus frases de protocolo al llegar a San Pablo: "Siempre que vengo a Brasil recuerdo que Senna corría aquí, donde es considerado un gran héroe por los brasileños. Crecí viendo la Fórmula 1 y Senna siempre fue uno de mis favoritos. Veía los videos de él, leía sobre Ayrton".

Interlagos, Hamilton y su historia. Como aquella de 2008, capaz de conmover a los apasionados y a quienes ni los inmuta el automovilismo. Última vuelta bajo el diluvio. La fiesta es de Brasil. Felipe Massa viaja hacia su 6a victoria del año. A los 27 años le está por cambiar la vida. Cruza la meta. La cámara se va a los boxes, donde su papá, Luiz Antonio Massa, llora y se abraza con familiares, allegados, auxiliares de Ferrari. ¡Felipinho campeón! Apenas 10, 15 segundos después, su rostro se transforma. Le avisan que, en los últimos 500 metros, perdido entre la lluvia, Hamilton, con su McLaren, sobrepasa al Totoya de Timo Glock para quedar 5°, sumar un punto más y consagrarse con 98...