Levantar pasajeros en Retiro, un beneficio para unos pocos taxistas

"No sé si está mal o bien: éste es nuestro lugar y nos costó quedarnos con él. Por eso nos hacemos respetar." Así describe Marcos -que prefirió no dar a conocer su apellido- al grupo de taxistas que gozan de "exclusividad" para trabajar en los andenes donde se recoge a pasajeros que arriban a la Terminal de Ómnibus de . Según pudo averiguar LA NACION, son unos 200 choferes que pagan entre 80 y 100 pesos por semana para asegurarse de que su lugar será respetado y que no habrá competencia de los colegas que llegan con un viaje y que, a sabiendas de cómo son las cosas, prefieren no levantar pasaje y evitar problemas.

Marcos es uno más de los varios "delegados" que durante cada día se encargan de controlar que taxistas ajenos a este grupo, o "pulmones", como los llaman en la jerga, no puedan recoger pasajeros en ninguno de los cinco andenes ubicados en el nivel uno de la terminal. "La prioridad es nuestra. Ya se sabe que otros acá no pueden trabajar", aclara.

Mientras los taxistas "habilitados" pueden estacionar a esperar clientes, los que no, que usualmente tienen que pasar por allí luego de dejar a sus pasajeros en los andenes del nivel dos, están obligados a abandonar la zona por un costado de la calle, sin involucrarse. En horas pico, cuando sobran viajeros, pueden tener la suerte de cargar a alguien, ya que los que pagan su cuota semanal hasta se dan el gusto de elegir los viajes más caros.

"El resto de los taxistas sabe cómo funciona. Si quieren cargar a alguien les tenemos que decir que no y puede haber algún conflicto. A veces pasa, se hacen los giles cuando vienen a dejar gente y se meten delante de los nuestros", agrega Marcos. "Acá, pocas veces hay problemas porque nos conocemos todos", es el común denominador entre los choferes que conviven en la zona.

Para indagar sobre la legalidad de estos grupos de taxistas y el destino del dinero recaudado, LA NACION intentó en reiteradas oportunidades obtener la opinión del Sindicato de Peones de Taxis (SPT), pero sus responsables evitaron responder a las consultas.

En 2012, la Gendarmería reemplazó a la Policía Federal y se hizo cargo de la seguridad de la terminal. La mayoría de las personas que trabajan en el lugar coinciden en que la situación, en general, mejoró.

Desde entonces, y entre otras tareas, la Gendarmería se preocupa por controlar que los taxistas que arriban con pasajeros no vuelvan a recoger clientes desde la misma zona de donde los dejan, una situación que años atrás trajo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR