La lengua como una tierra extranjera

"La historia de la literatura española está por hacer", constató Juan Goytisolo en el prólogo a la Obra inglesa de José Blanco White. La frase importa por dos motivos: el primero es la recuperación de ese escritor olvidado por los valores según la óptica de los programadores culturales. El segundo: que, como se revela al final del prefacio, al hablar de Blanco White Goytisolo habla en realidad de sí mismo: "Si algún lector me lo echa en cara y me acusa de haber arrimado el ascua a mi sardina, no tendré más remedio que admitir que la he asado por completo". Asumir la herencia disolvente de Blanco White era situarse en los bordes de una manera oficial de entender la literatura española.

Posiblemente nunca fue más clara esa posición que en la novela Reivindicación del Conde Don Julián, de 1970, un ajuste de cuentas impiadoso con España y su cultura. En la figura del conde que franqueó en el siglo VIII la entrada en la Península a los ejércitos árabes hay que ver la clave de una poética. "Don Julián, c'est moi". Así, a la manera de Flaubert, está dicho en En los reinos de taifa, esa memoria en la que Goytisolo comparece ante sí mismo.

"En el momento en que deja de recibir una influencia exterior la cultura se muere", dijo en una visita a Buenos Aires en 1989, en los tiempos del ICI, Instituto de Cooperación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR