Los republicanos, lejos del voto latino

MIAMI.- Como muchos latinoamericanos que viven en Estados Unidos, después de ver el debate de la semana pasada entre los aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Republicano llegué a una clara conclusión: esta gente no nos quiere nada.Con la posible excepción del ex gobernador de Utah Jon Huntsman, que les recordó a sus rivales que los inmigrantes son "seres humanos", los otros ocho aspirantes parecían estar compitiendo entre sí para ver quién era el más "duro" contra los indocumentados. Ninguno mencionó el hecho de que la inmigración ilegal ha disminuido drásticamente desde la crisis económica de 2008.Ya antes de iniciarse el debate, un aviso dirigido a los republicanos de California me dejó atónito. Mostraba a un joven rubio diciendo que el problema de Estados Unidos no es sólo la inmigración ilegal, sino también la inmigración legal. La publicidad, firmada por un grupo llamado "Californianos para la Estabilización de la Población" (suena muy parecido a "Californianos para la Esterilización de la Población"), decía: "Necesitamos disminuir la inmigración legal para reducir el desempleo". Pero no mencionaba el hecho de que la mayoría de los inmigrantes hacen trabajos que pocos norteamericanos están dispuestos a realizar.A partir de ese momento, la cosa fue de mal en peor. El gobernador de Texas, Rick Perry, el favorito en las encuestas, pidió "más tropas en la frontera" con México, sin mencionar que el número de cruces ilegales está en el nivel más bajo desde 1973 ni que el número de agentes fronterizos se ha más que duplicado en seis años.Perry tampoco mencionó que casi la mitad de los indocumentados no ingresan cruzando el desierto mexicano, sino con visas de turistas por los aeropuertos, y luego se quedan más tiempo que el autorizado.El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, el segundo en las encuestas, dijo que su mayor prioridad sería construir un muro a lo largo de la frontera...