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La enmienda de 1994Este año se cumplen 25 años de la enmienda de 1994 de la Constitución Nacional de 1853/60. Esta, según el doctor Bidart Campos, tenía contenidos pétreos que no se podían suprimir so pena de descalificar de inválida e inconstitucional una reforma que aspirara a hacerlo. Uno de esos contenidos era la forma republicana de gobierno, propia de una democracia "representativa, republicana, federal" (artículo 1). La enmienda de 1994 modificó sustancialmente la parte dogmática de la originaria. Transformó una Constitución republicana, presidencialista, liberal, alberdiana, en una socialdemócrata, o sea, socialista (según la cuarta acepción del diccionario de la RAE), "una democracia abierta, flexi-ble, participativa, dinámica y de audaz impronta participativa e igualitaria", según la caracteriza el profesor Gargarella. Con el Pacto de Olivos, entre radicales y peronistas (con menos de la mitad del padrón electoral), promovieron la reforma de 1994 sobre la base de 15 artículos que conformaban un "núcleo de coincidencias básicas" de voto imperativo para la Convención Constituyente que, con algunos otros artículos, transformó nuestra Carta Magna originaria. No hubo consulta popular. Tampoco el cumplimiento del compromiso de Menem y Alfonsín de que no se alteraría la parte dogmática, conteniendo declaraciones, derechos y garantías. En varios fallos referentes al cuestionamiento de la enmienda, la Corte Suprema no sostuvo que la reforma constitucional formara parte de las cuestiones políticas no judiciables (exentas de control judicial), avance sobre la jurisprudencia clásica en la materia, por lo que ha quedado abierta la vía tribunalicia para atacar en el futuro, por vía indirecta, la reforma de 1994. Claro está, cuando en la Argentina haya una Corte Suprema de Justicia con ministros incuestionables e independientes políticamente, lo que, salvo excepción, no sucede en la actualidad.Alberto J. del Campo WilsonDNI 10.133.913ImpunidadLa impunidad con la que el "intelectual K" Horacio González se refiere a los sangrientos 70 hiela la sangre. Lastima. Indigna. Cínicamente pide "valorar positivamente" a los asesinos que masacraron personas inocentes, a quienes sometieron sin piedad, secuestraron y atacaron. Hasta hoy no ha habido justicia que repare sus crímenes. Cuánta indignación y dolor da leer a estos personajes que finalmente resultan oscuros y que a esta altura de la historia -conociendo los efectos devastadores de esos 70 y 80-...

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