De los lectores: cartas & mails

De la RúaLa renuncia coercitiva del presidente Fernando de la Rúa debería ser inscripta en las páginas de una Argentina largamente antidemocrática. Los inmaduros políticos de la Alianza, la casta partidaria de su propio movimiento centenario, los sabuesos enviados por los amos del conurbano para la toma de la Casa Rosada y una gran parte de la sociedad argentina lograron despojar al país de los conceptos básicos que significa una democracia republicana y sus instituciones.Durante el gobierno del presidente Carter de los Estados Unidos el país se había desbarrancado en lo económico (25% de inflación anual), en lo internacional (fue indiferente a la caída del aliado estratégico Irán), en lo político, etc., y sin embargo pudo finalizar su período democrático natural sin que nadie se haya atrevido a plasmar la idea del "helicóptero".Por otra parte, si la sociedad argentina hubiera sido democrática y paciente, al poco tiempo hubiera podido usufructuar del viento de cola global que ya se estaba aproximando con la soja a US$600, y con gobiernos honestos, decentes e inteligentes, otro hubiera sido el destino de esta Nación. Sirva esta misiva como recuerdo y homenaje a don Fernando de la Rúa.Víctor ZajdenbergDNI 4.269.823Sólida formaciónLamento profundamente el fallecimiento del doctor Fernando de la Rúa, un republicano a carta cabal, destacado jurista y político que dedicó su vida al servicio público como legislador nacional, primer jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y presidente de la Nación. Tuve el enorme privilegio de haber sido su colaborador como subsecretario de Gobierno en el gobierno porteño y de haber podido conocer de primera mano sus virtudes de estadista de convicciones profundas y juicio ponderado, que defendió a lo largo de su extensa trayectoria los principios constitucionales y la democracia. En esa función tuve a cargo las primeras negociaciones con el gobierno nacional para lo que constituyó una clara meta del doctor De la Rúa, en consonancia con el imperativo constitucional dispuesto en la reforma de 1994: la plena autonomía de la ciudad de Buenos Aires, truncada entonces por la falta -hoy en vías de solución- de autonomía jurisdiccional.El doctor De la Rúa debió sufrir en su presidencia la confluencia de una serie de factores, algunos endógenos y otros de origen externo, que derivaron en la crisis de fines de 2001, a la que injustamente se suele asociar su figura, olvidando que las causas que la provocaron...

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