De los lectores: cartas & mails

Vandalismo

¿Hasta cuándo seguiremos siendo cómplices de los que alteran el orden, cometen desmanes y hieren a la gente, mientras las fuerzas de seguridad los enfrentan protegiéndose con escudos y dejándose agredir? Ante esto, se repite casi con orgullo que los únicos heridos pertenecen a los que tratan de mantener el orden. Ningún país civilizado puede sostener esta situación. Estamos a merced de un vandalismo organizado que responde a objetivos establecidos. Los derechos humanos han pasado a ser privilegio de algunos que curiosamente no buscan la paz. Ha llegado el momento en que la sociedad toda exija que se ponga un límite. Los destrozos los pagamos todos, pero los daños a las personas no tienen precio.

Adriana Di Paolo

DNI 6.221.705

Dolor

Con dolor vi la cara "sincera" de la ex presidenta en una misa en Merlo. Dolor, porque me hubiera hecho falta su presencia en un acto en recuerdo del fiscal Alberto Nisman y algunos otros "desaparecidos" en sus largos años de gobierno. Dolor, por las veces que no cruzó una calle para asistir a los tradicionales tedeum que celebraba Bergoglio, hoy nuestro querido papa. Dolor por tanta hipocresía. En un momento especial de nuestra historia, rezo por estos valientes que están produciendo un esperado cambio histórico, que nos lleve a un país en paz, unión y prosperidad para cada argentino.

Susana María Bas

mailto:merellobas@gmail.com

Sangre de gauchos

Cuando el notable Sarmiento le escribe al presidente Bartolomé Mitre y en su carta tiene una expresión terminante como la de "no ahorrar sangre de gauchos", se refería no al hombre de campo y trabajador rural que con laboriosidad, empeño y un enorme coraje integró nuestros ejércitos para darnos libertad y emancipación, sino que se refería "al gaucho matón, al gaucho pendenciero", incluyendo caudillejos locales que sólo defendían sus intereses personales y rechazaban todo intento de consolidar la nación, afianzar la justicia y mucho menos consolidar la unión nacional. A esos gauchos se refería Sarmiento, a los que mataron a Urquiza, a los que sabotearon la conflagración con Paraguay. Y es preciso señalar que hoy, a más de un siglo y medio, sigue subsistiendo un sector de la barbarie, al que le cabe lo establecido en la ley 23.077 de defensa de la democracia -sancionada en 1986-, es decir, penas de hasta 25 años de prisión a quienes se alcen contra la Constitución con el fin de cambiar el sistema de gobierno.

Juan Carlos Raffo

DNI 5.711.637

Normalidad

Cuando el...