El otro lado de los Emmy

LOS ÁNGELES.- La puerta se abre y una señora de saco rojo y guantes blancos sonríe, mira que no pase ningún otro auto y casi en el mismo movimiento nos desea un "pásenlo bien". A quince minutos del comienzo de la ceremonia de entrega de los premios Emmy, gracias a una invitación del canal Warner (que emitió la ceremonia de entrega anteanoche), aterrizamos en territorio de alfombras rojas, cámaras y estrellas. Muchas estrellas y todas llegando al mismo tiempo en un complejo, pero perfectamente coordinado enjambre de limusinas que no acaban nunca. Son exactamente 1200 coches negros extra large que circulan por el centro de esta ciudad que vive por y para estos eventos. La autocelebración es uno de los bailes predilectos de Hollywood, y aquí todo el mundo conoce la coreografía. De la limusina, directo a la alfombra roja, previo paso por los controles de seguridad, el detector de metales y la revisión de carteras que podrían empañar el glamour de la fiesta de la TV, pero no, ya forman parte de ella.Tanto como los fanáticos en las gradas y las celebridades recitando qué tienen puesto para los cronistas in situ. Ahí están Nicole Kidman y Clive Owen, nominados por su trabajo en Hemingway y Gellhorn, telefilm de HBO; por allá pasa James van der Beek y antes de que uno tenga tiempo de absorber que lo que está siempre en la pantalla está sucediendo ahora existe en el mundo real, aparece una voz, muchas, que pide, insiste: "Caminen, avancen, apúrense que el show está por comenzar". Pero se equivoca, porque el show ya empezó hace rato.Tránsito pesado. Afuera, el sol y el calor desmienten la llegada del otoño. Nadie camina nunca en Los Ángeles y mucho menos en los alrededores del teatro Nokia, donde el operativo de seguridad desplegado incluye varias calles cerradas y policías que revisan los baúles de los coches y utilizan un dispositivo para ver si bajo los autos no hay bombas ocultas que hagan volar por los aires a lo mejor que la TV tiene para ofrecer. A paso de hombre y con el tiempo en contra se puede espiar a un nervioso Don Cheadle (House of Lies) sentado en una impresionante camioneta rumbo a la ceremonia, de la que un par de horas después saldrá con las manos vacías luego del inesperado triunfo de Jon Cryer (Two and a Half Men). En ese momento es un nominado más, desesperado por llegar al lugar antes de que le cierren la puerta en la cara.Instrucciones para los ganadores . No hay tiempo para la foto con el Emmy gigante: como en el subte en hora pico, la...

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