Koussa, el álter ego del dictador

PARIS.- A los 40 años, Moussa Koussa podría haber sido, junto con Khadafy, el hombre más apuesto del régimen. De no ser por esa mirada helada e impenetrable que lo acercaba más al reptil que al hombre.Invariablemente vestido con impecables trajes de cuello mao, seguramente confeccionados en las mejores sastrerías londinenses de Savile Road, Koussa era, cuando lo conocí a comienzos de los 80, el responsable de distribuir dinero a todas las organizaciones de ultraizquierda y extrema derecha del planeta.De sus años de estudio en Estados Unidos, pero sobre todo de sus experiencias en Londres, conservaba un gusto exagerado por el dandismo: nunca lo vi sin un foulard de seda al cuello, que llevaba a modo de echarpe y un stick debajo del brazo.Moussa Koussa, ministro de Relaciones Exteriores, cuñado y brazo derecho de Muammar Khadafy, desertó anteanoche. Se fue a Londres y muchos afirman que su partida podría precipitar la caída del dictador.Jefe de los servicios secretos desde 1994 hasta 2009, durante mucho tiempo designado como "maestro del terror" por los opositores, Koussa era el hombre fuerte de los comités revolucionarios de la Yamahiriya, espina dorsal del régimen. Un hombre que era el álter ego del dictador.Como su mentor, Moussa Koussa nació en 1950 en el seno de una familia modesta en Trípoli. Mucho más inteligente, sagaz y ambicioso que los demás miembros de su generación, obtuvo una beca en la Universidad de Michigan y volvió a su país con un máster en sociología.Su carrera comenzó en los servicios especiales, como responsable de la seguridad de las embajadas libias en el norte de Europa. En 1980, fue nombrado embajador en Londres, y expulsado el mismo año tras haber afirmado su determinación de "liquidar a los enemigos de la revolución" en suelo británico.Cuando lo conocí, en 1982, ya era una de las figuras más importantes del régimen. Para mi segundo viaje, un año después, se había hecho cargo de la dirección de la Mathaba, fundación encargada de coordinar movimientos de liberación, particularmente en Africa y en América latina. El recibía las solicitudes de ayuda de los líderes de esos grupos clandestinos, invitados a Benghazi con la excusa de participar en el Congreso Internacional del Libro Verde."Ese régimen era tan? delirante, que más de una vez fui despertada a las dos de la mañana porque Koussa quería que le...

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