El kirchnerismo le marca la cancha a Scioli y la interna cobra mayor voltaje

Se saludaron con un beso, como amistosos caballeros, apenas subieron a la combi. Ni por asomo le reprochó a la ráfaga de críticas que le había disparado apenas unas horas antes; ni el ministro del Interior atinó a seguir con la metralleta cara a cara. Mascullaron sus enconos por dentro, y la cautela reinó esos minutos, el miércoles por la tarde, cuando se trasladaban en grupo a la conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), que cerró .

Fue sólo una impasse en medio del voltaje que sumó la pelea electoral del oficialismo. Con la luz verde de Olivos, en un intento por equilibrar la balanza y concentrar poder hasta último minuto, los postulantes más identificados con el Gobierno le marcaron con crudeza la cancha al gobernador, embalado en su proyecto presidencial y promovido por un sector del PJ como el candidato favorito camino a la sucesión.

Esas señales le bastaron a para readaptarse con el propósito de no tensar más la cuerda: se apegó al libreto oficial, alentó la alternativa de que el nombre de Cristina esté en una boleta y ordenó bajar el tono partidario a sus reuniones. Hasta, en un intento de sellar la paz, pidió el apoyo de todos los precandidatos y ratificó que no iba a cuestionar a sus rivales. Una respuesta a lo Scioli: al primer cachetazo, pone la otra mejilla.

El enojo dentro del kirchnerismo coincidió con el avance de la investigación judicial que involucra a la Presidenta, vinculada con el accionar de la firma Hotesur. "Cristina recibe piñas, quieren llevársela puesta y este tipo no dice nada", se quejó un dirigente bonaerense cercano a La Cámpora. El torbellino arrasó también al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, al que acusan de haber "entregado" el partido que conduce a Scioli.

En las últimas cumbres seccionales, el color fetiche del gobernador fue tiñendo el decorado. En San Nicolás, por caso, repartieron cajones de naranjas y en algunas juntadas, al momento de ingreso del ex motonauta, sonaba un jingle que lo mencionaba, como ocurrió también en una actividad con gobernadores en Mendoza.

Foto incómoda

"Me fui irritando durante el acto. No me sentí para nada representado", explicó a LA NACION Patricio Mussi, anotado en la disputa por la gobernación, luego de cuestionar el encuentro del sábado pasado, en La Plata. Después de que Espinoza levantara en alto la mano de Scioli y empezaran los acordes de la marcha, según testigos de la escena, el jefe comunal le clavó la mirada a su colega Francisco Durañona, de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR