Kathrine Switzer, la pionera que corrió para abrir caminos

Una imagen histórica: Jock Semple quiere sacar a Switzer (261) de la maratón de Boston de 1967, pero Tom Miller, su novio, lo evita

Protagonista de una fotografía que es parte ineludible de la historia de las maratones. Artífice de la inclusión de la disciplina femenina en los Juegos Olímpicos. Su dorsal, el 261, ha sido retirado de las carreras. Kathrine Switzer asegura que "a veces suceden cosas malas para que tengas la oportunidad de corregirlas".

Hacía 16 años que Harry Trask había emergido de la sala de correo en el Boston Herald-Traveller para iniciar una carrera que lo llevaría al Pulitzer apenas seis años después. Esa mañana del 19 de abril de 1967 había pedido una cámara de arrastre para la maratón de su ciudad, pero la prioridad se la llevó el partido de los Red Fox. Debió conformarse con una de 35 milímetros con avance manual. Con ella tomaría una imagen que sería ícono, pero que él nunca mencionó como propia.

John Duncan Jock Semple, en otro lado de la ciudad, célebre corredor, fisioterapeuta, entrenador y oficial deportivo estadounidense, preparaba su actuación del día. Como oficial de la competencia por la última década, se había hecho conocido por agredir durante la carrera a aquellos que, a su criterio, no parecían "serios".

A la ciudad acababa de llegar una estudiante de la Universidad de Syracuse, quien venía entrenándose para algunas carreras menores con el cartero Arnie Briggs, quien se jactaba de la cantidad de veces en que había conquistado la maratón de Boston. Kathrine Switzer, con 20 años, pensó: "¡Al demonio, corramos!" . Llegó a la ciudad con su novio de entonces, Tom Miller, un lanzador de martillo profesional. Ambos se inscribieron, ella bajo el nombre de KV Switzer, la forma en que siempre firmaba sus trabajos. Ninguna mujer había corrido aún la competencia . Sin embargo, no había limitaciones expresas en el reglamento para hacerlo.

Kathrine con su número, el 261, que fue retirado de las carreras a modo de tributo a su trayectoria

La carrera comenzó sin traspiés para los que se lanzaron en primera línea. Harry Trask dejó salir al malón inicial y se entremezcló con la masa intermedia. Jock Semple tenía hacia dónde dirigir su ira: una atrevida dama en jogginetta con el número 261 se había atrevido a ingresar a su maratón. Trató de detener a Switzer al grito de "¡fuera de mi carrera, devuélveme el dorsal!". Allí estaba Miller, quien forcejeó con Semple hasta liberar a su novia, que pudo terminar la carrera al lado de su pareja. La serie de imágenes que tomó Task, gracias a su demora en llegar a la línea de largada, se transformaron en un ícono. Ese fue el día en que se sembró la semilla del ingreso de las mujeres en el mundo del running.

Hija de un mayor del ejército de los Estados Unidos, Switzer...

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