La Justicia, tras los pasos de Aníbal y Cristina

La crisis política por la que atraviesa Aníbal Fernández es mucho más grande que la que le crearon Jorge Lanata y Martín Lanatta. Pero ese reportaje en un penal de la provincia de Buenos Aires le sacó el velo del olvido a un caso casi olvidado. Con todo, el monumental tráfico en el país de efedrina (un precursor químico esencial para fabricar metanfetamina o éxtasis) advierte sobre una complicidad más amplia entre el tráfico de drogas en general, la política y la policía. Cristina Kirchner se ha puesto al frente de la defensa de esa connivencia cuatro meses antes de dejar el poder. La Presidenta busca a los presuntos conspiradores, no a los traficantes.

Una persona de más nivel que Lanatta y con más autoridad, y delante de una jueza federal, ya lo había sindicado a Aníbal Fernández como el gran obstáculo del Gobierno para controlar el tráfico de efedrina. Fue Gabriel Yusef Abboud, ex subsecretario de la Sedronar (el organismo encargado de combatir el tráfico de drogas) y ex director de Control de Tráfico Ilícito de Drogas y Precursores de ese organismo.

En una declaración indagatoria ante la jueza María Servini de Cubría, Abboud aseguró: "El entonces ministro [del Interior] Aníbal Fernández ha sido el responsable directo de retrasar la solución del problema" del tráfico de efedrina. Abboud le aseguró a la magistrada, en una declaración que forma parte de la causa por el tráfico de ese precursor, que "lo que Fernández perseguía era la eliminación de la Sedronar, y no vaciló en impedir el correcto control de los precursores químicos y las demás misiones del organismo para lograr sus fines". Abboud señaló que Fernández buscaba quedarse con la facultad de autorizar la importación de efedrina, en ese momento en manos de la Sedronar.

Abboud, que finalmente fue procesado por la jueza Servini de Cubría, relató cómo el entonces ministro del Interior entorpeció la gestión de la Sedronar y le escondió toda la información sobre drogas que proporcionaban las fuerzas de seguridad federales que estaban a cargo de Aníbal. Contó también que en 2007, Fernández dictó una serie de resoluciones por las que "prácticamente asumía como propias las tareas de la Sedronar" y "les ordenó a las fuerzas [de seguridad] no aportar ni compartir información, no concurrir a cursos de la Sedronar y no prestar colaboración". Abboud renunció en abril de 2007 con una dura denuncia contra Aníbal Fernández, pero Néstor Kirchner se la rechazó. Un año y medio después, en septiembre...

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