Todos juntos: el jefe y el capitán, una historia que lleva años

BELO HORIZONTE.– Tiene algunas gotas de transpiración marcadas en su camisa amarilla. En una mañana de sol fuerte entre los morros de Jardim da Gloria, donde está enclavada Cidade do Galo, Julio Humberto Grondona mira de pie la práctica y lo hace acompañado por Carlos Bilardo, secretario técnico y su asesor. Así se queda poco tiempo. El presidente de la AFA se acomoda el pantalón gris, se sienta en un cantero y habla de los movimientos de los jugadores con su hijo Julio Ricardo, presidente de Arsenal. Así se queda poco tiempo. Cuando Lionel Messi sube las cinco filas de asientos de la tribuna de la cancha N° 1, uno de los hombres más influyentes del fútbol internacional toma de los brazos a su jugador estrella y un efusivo saludo se registra ante la mirada de todos. Una jugada que puede resultar tan normal como sugerente en estos tiempos de debates internos conceptuales.A los 82 años, dijo presente por primera vez en Ciudad do Galo desde que el seleccionado pisó Belo Horizonte hace once días. Muchas veces lo han dado por vencido ante la vida por cuestiones de salud, pero siempre está condenado a ser Don Julio, el personaje eterno del fútbol argentino. Como tal, apareció en la concentración para aplicar una de las frases de cabecera que más le gusta: "El ojo del amo engorda el ganado". Se sabe, más allá del poder y las ansias de perdurar, la pasión de Grondona por el fútbol no se atenúa con el paso del tiempo. Lo mismo que la predilección especial que siente por Messi, al que desde su aparición lo tomó como un futbolista a "la altura de Maradona". Gente cercana al dirigente dice que a la Pulga lo quiere como a uno de sus nietos. Por Maradona siempre tuvo una elección constante, pero la personalidad de Diego siempre planteó una relación observada con precaución, de amor y de odio. La diferencia es que Messi, al menos por ahora, con sus modos, nunca invitaría a salir a escena la versión más "cabrona" del mandamás de la AFA.La historia de Grondona y Messi da cuenta de muchos capítulos en común. No son pocos los que le reconocen a Don Julio la virtud de haber escuchado la recomendación que le hizo Hugo Tocalli, por entonces entrenador del Sub 20 argentino, en el vestuario de la cancha de River, antes de un partido eliminatorias de la era Bielsa. ¿El motivo? Organizar un partido amistoso para hacer jugar a Messi con la camiseta albiceleste, pues el rosarino adoptado por la cantera de Barcelona estaba siendo observado por las selecciones...

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