Los Juliá y Miret irán a juicio en junio

MADRID.- Hace un año llegaron juntos. Ahora, en cambio, están separados. Llevan 365 días detenidos en Barcelona, adonde llegaron con un avión cargado con 944,4 kilos de cocaína. Pero si ya aquella detención del 2 de enero de 2011 en el aeropuerto de El Prat significó una bisagra en la vida de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret, incluso más duro puede resultarles el porvenir: de ser hallados culpables en el juicio que se realizaría en junio próximo, podrían pasar al menos una década en prisión."Se trata de un delito de tráfico de drogas agravado, con la participación de muchas personas. Las penas para este tipo de figuras nunca son inferiores a 9 u 11 años", señaló a LA NACION una fuente de la investigación."Los Juliá están tranquilos. En las próximas horas vamos a pedir las excarcelaciones y Gustavo pedirá ser indagado por tercera vez para dar más detalles sobre las personas que lo contrataron", explicó a LA NACION el abogado argentino de los hermanos, Carlos Broitman.Mientras, los Juliá y Miret aguardan tras los muros de la Cárcel Modelo de L'Eixample, en la Ciudad Condal, donde se encuentran alojados desde fines de enero pasado. Aunque están alojados separados, sí trabajan juntos en la fábrica de ropa que funciona dentro del penal. Según pudo reconstruir LA NACION, han recibido varias visitas de familiares y hablan con los suyos, en la Argentina, entre dos y tres veces por semana.Puntos oscurosLa demora en el avance de las investigaciones que conduce la magistrada del juzgado N° 2 de El Prat de Llobregat, Laura Balagero obedece, según las fuentes, a la "extrema complejidad" del caso, en el que habría intervenido una importante red con conexiones en el aeropuerto de Barcelona, en Buenos Aires y en otros puntos de los circuitos usuales del narcotráfico internacional. Hasta el momento, sólo han sido imputados, además de los argentinos, tres trabajadores del área de handling (el servicio de carga y descarga de aeronaves)de El Prat.A las tres de la tarde, hace un año, llegó a ese aeropuerto el Bombardier Challenger 604 de la empresa argentina Medical Jet piloteado por Eduardo Antonio Juliá y contratado por su hermano Gustavo Adolfo. Ya lo estaba esperando la Policía Nacional de España, con sus canes entrenados en la...

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