El juez ya se instaló en Esquel con refuerzos materiales y asistentes

ESQUEL (De una enviada especial).- Rodeado de sus colaboradores de confianza y con refuerzos materiales y técnicos para darle impulso a una nueva etapa de investigación, el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, se trasladó ayer a la ciudad de Esquel para encarar la pesquisa que busca dar con el paradero de .

Se trata de un paso ansiado por todos los actores relevantes del caso, que están expectantes por conocer el rumbo que tomará el magistrado en el caso de habeas corpus que dejó inconcluso el juez Guido Otranto, apartado por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia.

Distintas fuentes judiciales aseguraron que Lleral salió ayer al mediodía desde Rawson para trasladarse los 600 kilómetros hasta Esquel. Ingresó a la ciudad pasadas las 20, en un operativo hermético para preservar al magistrado, que prefiere el bajo perfil.

Según pudo conocer LA NACION, el primer lugar del trabajo de Lleral será el juzgado de Esquel, el mismo espacio donde trabaja Otranto, aunque ayer todavía no se había instalado en el edificio.

El nuevo juez había requerido en un escrito que se acondicionaran las oficinas y los despachos y que "se proveyera de mobiliario para desempeñar la tarea". Las fuentes indicaron que entre el lunes y el martes viajará el arquitecto de la Cámara de Apelaciones, Guillermo Rearte, para ver las adecuaciones.

Ayer, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, le remitió una nota a la presidenta del Consejo de la Magistratura, Adriana Donato, a la que accedió LA NACION, en la que pidió que, "ante la premura que el caso impone", se arbitren "los medios necesarios a fin de dar respuesta a los pedidos efectuados por el magistrado Lleral".

Según confirmaron en el Consejo de la Magistratura, el juez y su equipo...