Los jueces buscan resistir la reacción de la Casa Rosada

E. Por un lado, los funcionarios son citados a indagatorias, procesados o allanados. Por el otro, los jueces reciben la andanada de presión oficial.

El kirchnerismo apura los concursos para cubrir las vacantes en tribunales. Sabe que debe garantizarse jueces y fiscales afines en la Cámara de Casación y en primera instancia. Paralelamente ya tiene vía libre para designar 1700 empleados con el rango de prosecretario en fiscalías y 17 fiscalías generales por todo el territorio que con el nuevo Código acusatorio son los que concentrarán el poder para investigar.

En esta guerra, las batallas del día tras día, por ahora, las van ganando los jueces federales. El vicepresidente Amado Boudou es su presa más importante. Doblemente procesado por el caso Ciccone y por los papeles falsos de su viejo auto, está a punto de ser llamado a indagatoria nuevamente, esta vez por recibir como dádivas vuelos gratuitos en avión. O por sus bienes, acumulados de manera inexplicable para los contadores.

La procuradora es otro de los blancos. En las últimas tres semanas, se realizaron tres procedimientos en el organismo que preside por causas de espionaje, de concursos y designaciones irregulares. Son sólo algunas de las acusaciones que investigan el juez Luis Rodríguez y su colega Rodolfo Canicoba Corral.

El fiscal antilavado Carlos Gonella, un favorito de Gils Carbó y el preferido de Cristina Kirchner, es otra baja en el bando oficial. Se ganó en un mes dos llamados a prestar declaración indagatoria. Y es probable que esta semana termine procesado por prevaricato por evitar investigar a Lázaro Báez por lavado de dinero. En la otra causa, su procesamiento llevará unas semanas más. Ricardo Jaime, con tantas causas, procesamientos, juicios y hasta una condena firme, fue la primera de las bajas. Aún le esperan numerosos desafíos judiciales.

En la última semana, fue el ministro Julio Alak el que se convirtió en el nuevo eje de los ataques judiciales, pues fue llamado a prestar declaración indagatoria. Lo hizo el juez Marcelo Martínez de Giorgi, el mismo que tiene acorralado a Gonella.

María Servini de Cubría, la primera que frenó la reforma de la justicia en 2013, ahora tiene procesado a José Granero, el ex secretario antidrogas. Ahora Servini de Cubría va por los hermanos Zacarías, empleados y ex empleados de Casa de Gobierno o el PAMI, envueltos en la misma causa.

Julián Ercolini, con sus tiempos, también mira con críticas el momento. Tiene casos que complican al...

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