Dos jubilados, testaferros en la venta al por mayor de efedrina

Entre 2004 y 2008, la Argentina fue el paraíso de la venta ilegal de efedrina a los carteles de narcotraficantes que, en nuestro país, compraron casi 41 toneladas de ese medicamento para elaborar metanfetaminas. Ante las restricciones impuestas en México para su adquisición, los narcos encontraron aquí un lugar donde la falta de controles les permitió adquirir sin problemas este insumo esencial para la producción de la droga sintética que traficaban a los Estados Unidos o a Europa.Dos jubilados que no cobraban más de 2200 pesos por mes figuraban como titulares de dos de las seis droguerías que importaron casi 47.625 kilos de efedrina entre 2004 y 2008. Esto y la presunta complicidad de algunos funcionarios del Gobierno quedaron al descubierto en la causa que investiga la jueza federal María Servini de Cubría, que derivó en el procesamiento de José Granero, ex director de la agencia antidrogas Sedronar, y dos de sus colaboradores.Según el fallo dictado por la jueza, "de los 47.625 kilos de efedrina comprados entre 2004 y 2008, 40.972 kilos fueron desviados a condenados y procesados o denunciados por maniobras de narcotráfico".Uno de los fundamentos utilizados por Servini de Cubría para procesar a Granero fue un informe de la Anmat que indicaba que "las cantidades de efedrina importadas por distintas personas físicas y jurídicas en los últimos diez años superaban holgadamente aquellas indispensables para cubrir las necesidades sanitarias del país respecto de la industria farmacéutica".Existe un estudio realizado por el Departamento de Narcotráfico de la Aduana que resaltó así el descontrol en la importación de efedrina: "Entre 1999 y 2010 se importaron 55.945 kilogramos de efedrina. De ese total, aproximadamente 40.000 kilogramos se importaron en dos años".Esa investigación está vinculada con otra causa que se encuentra en pleno juicio, en la que se juzga a cuatro imputados que integraban tres droguerías que importaron 15.000 kilos de efedrina que habrían sido desviados para la elaboración de metanfetaminas.Eduardo Otero Rey, un jubilado que vivía en el barrio 15 de Diciembre, de Ciudad Evita, y que aparecía en el directorio de la empresa Prefarma SA, investigada por la importación de 5500 kilogramos de efedrina, era el quinto imputado en ese debate oral, pero murió antes de que comenzara el juicio.Guillermo Ascona, también jubilado, fue procesado en el expediente que instruyó el Juzgado Federal N° 8 por su presunta responsabilidad en la importación ilegal...

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