Jubilaciones: cuánto menos se cobrará en un año por el recorte a los haberes

Un jubilado que al comenzar 2020 cobraba un haber de $20.000 mensuales percibirá, a partir de diciembre, un ingreso de $26.304,3, lo cual implica un aumento de 31,5%. Si en lugar de haber dado subas de manera discrecional y por decreto, el Gobierno hubiera mantenido la fórmula de la ley 27.426, aprobada en 2017, el cobro de diciembre y de los dos meses siguientes sería de $28.406,8, es decir, de $2102,5 más. Por la manera en que se fueron dando las recomposiciones durante este año (en este ejemplo, siempre por debajo de lo que resultaba de la fórmula, salvo en diciembre), el resultado es que, al final del período de 12 meses que se extiende hasta febrero de 2021, se habrán percibido $19.865,6 menos, en comparación con lo que hubiera resultado de la modalidad suspendida (es un 5,9% menos). El cálculo incluye el impacto sobre el aguinaldo y contempla el lapso de marzo a febrero, porque la modalidad por decreto comenzó a implementarse en el tercer mes de este año y porque el próximo incremento previsto será en el tercer mes de 2021.El ejemplo refleja el efecto negativo sobre los bolsillos de las decisiones que se fueron tomando este año respecto de las jubilaciones, tras la decisión de suspender la fórmula de movilidad basada en la inflación y los salarios. El impacto acumulado indica que quienes tienen el haber mínimo habrán cobrado, al final del período, un 3,2% menos respecto de lo que hubieran percibido de no mediar cambios, y quienes perciben el ingreso máximo que otorga el sistema general de la Anses, un 11,1% menos. Después de dos años con pérdidas frente al alza de precios, la fórmula legal iba a permitir este año recuperar poder adquisitivo, porque para calcular los aumentos se hubiera considerado, por tramos trimestrales, lo ocurrido con las variables (precios y salarios formales) entre julio de 2019 y junio de 2020, en un escenario en el cual, durante varios meses, hubo una tendencia decreciente del índice de inflación.Los números muestran que la decisión de dejar en suspenso la aplicación de la fórmula, tomada apenas llegó a la presidencia Alberto Fernández, le permitió al Gobierno hacer un ajuste fiscal, disminuyendo el gasto previsto en prestaciones sociales, tanto en las jubilaciones y pensiones como en los demás pagos que se actualizaban según la ley de movilidad, como la AUH y las asignaciones familiares del sistema formal. Para quienes cobran la jubilación mínima o una cifra levemente superior, hubo bonos extraordinarios...

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