Juan Carlos volvió al plano político y le tendió una mano a Cataluña

MADRID.- Juan Carlos I decidió volver al primer plano político en el cierre de uno de los peores años de su reinado: ratificó que no tiene previsto abdicar, se comprometió a actuar "con transparencia y ejemplaridad" y urgió al diálogo a toda la dirigencia para mantener la unidad de España, en medio del desafío independentista catalán.En su tradicional mensaje televisado de Nochebuena, el rey dejó en claro que le preocupa y mucho la crisis territorial que atraviesa España. Por eso, les pidió a los políticos "generosidad para ceder cuando es preciso, para comprender las razones del otro y para hacer del diálogo el método de solución de los problemas colectivos".El texto del discurso navideño del rey, el único que no es redactado por el gobierno, fue modificado después de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, anunció su intención de convocar a un referéndum el 9 de noviembre de 2014 para preguntar a los ciudadanos de esa región si quieren la independencia.Se añadieron una decena de alusiones a "lo que une" a los españoles y un énfasis especial a la necesidad de acometer cualquier reforma que fuera necesaria "con arreglo a las reglas democráticas aprobadas por todos". Un volumen de la Constitución sobre el escritorio desde la que hablaba el rey reforzaba el mensaje.El gobierno de Mariano Rajoy rechaza el plebiscito que promueve Mas y prometió impedirlo. Advirtió que no negociará siquiera ningún tema que involucre la soberanía de España. El rey no mencionó la palabra Cataluña, pero sus alusiones fueron elocuentes. A los separatistas les recordó que deben atenerse al mandato constitucional (que impide un plebiscito independentista sin acuerdo con el gobierno central), pero también pareció abrirles una puerta a sus reclamos, al avalar una eventual "actualización de los acuerdos de convivencia"."Creo en esta España plural en la que cabemos todos", enfatizó sobre el final de su discurso de 11 minutos, uno de los de mayor contenido político en 38 años de reinado.No es un momento sencillo para el rey, que está a punto de cumplir 76 años. Afectado en su salud -todavía convaleciente de varias operaciones de cadera-, termina 2013 con su popularidad muy disminuida, sobre todo por el escándalo de corrupción que involucra a su hija Cristina y a su yerno Iñaki Urdangarin.Ante las cámaras, decidió enfrentar esa crisis personal y advertir que espera jugar fuerte en 2014. "Quiero...

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