Portugal, esa joya oculta

Pocas cinematografías europeas sufren la crisis económica como la portuguesa, pero a pesar de (¿o gracias a?) esas dificultades para financiar sus películas se ha consolidado en los últimos años como una de las mayores fuentes de talento e innovación en el circuito de festivales y de salas de arte y ensayo. Filman como pueden, nadie espera demasiado de sus directores, pero siempre se las ingenian para sorprender.Es que tras las huellas de Manoel de Oliveira (aún vigente a los 105 años) y Joâo César Monteiro, aparecieron realizadores como Pedro Costa, João Pedro Rodrigues, Miguel Gomes, João Canijo o Teresa Villaverde, que pusieron a Portugal en el centro del mapa cinéfilo.Una buena muestra de esa calidad artística y diversidad temática se podrá apreciar en las 13 películas (ficciones y documentales) que se exhibirán desde el próximo jueves y durante cuatro días en el marco de la Segunda Semana de Cine Portugués, que se realizará en el Malba (Figueroa Alcorta 3415) y que luego viajará a Rosario y a Córdoba.La programación incluye un foco dedicado al notable realizador Joaquim Pinto, un homenaje a los 40 años de la Revolución de los Claveles y un panorama de la producción más reciente y premiada en festivales.El segmento dedicado a Pinto es el principal acontecimiento de la muestra, ya que incluirá su muy poco vista ópera prima de 1988, Una piedra en el bolsillo (domingo 5, a las 16), Evangelio según San Juan (sábado 4, a las 18); y uno de los films más premiados de los últimos años, ¿Y ahora? Recuérdame (viernes 3, a las 22), un descarnado y conmovedor ensayo autobiográfico y cinéfilo con el que volvió a dirigir después de casi...