Joya escondida: un heladero de 95 años, más de 40 sabores y el secreto a voces de las mejores cremas heladas: 'Acá la vainilla lleva chaucha'

Heladería Italia. Este local familiar de barrio. Está al frente Adolfo un señor de más de 80 años.

En Monte Castro, sobre la transitada Avenida Lope de Vega y Lascano, se encuentra una pequeña joyita escondida que ha resistido al paso del tiempo. La heladería "Italia", fundada en 1966, es una de las coordenadas preferidas de los vecinos del barrio y un secreto a voces desde hace varias generaciones. Es clamada por sus deliciosas cremas heladas artesanales y también por su esmerada atención familiar. "Acá el helado se hace como antes: la vainilla lleva chaucha, pelamos todas las frutas a mano y utilizamos la mejor materia prima", confiesa, Don Adolfo Smeriglio , quien luce una impoluta camisa manga corta, un pantalón beige y cinturón a tono. Enseguida, sirve un cucurucho de pomelo y "espumón de chocolate", una de las estrellas de la casa. Adolfo, o "El Tano", como le dicen cariñosamente, tiene 95 años y sus manos son fieles testigos de un oficio que adora. "Me la pasaría toda la vida elaborando helados. Acá soy el hombre más feliz del mundo", admite, orgulloso, el heladero más longevo de Argentina. Adolfo, a los 95, el heladero más longevo

"Te voy a contar mi historia"

Así comienza Adolfo, quien no perdió su acento italiano e invita a pasar a la cocina donde sucede la magia. Sobre una alargada mesa de comedor, con mantel, tiene varios de sus mayores tesoros: cartas, postales y fotografías familiares. También un vídeo de la década del 60, cuando inauguró su emprendimiento en el barrio. El tano es oriundo de Montalto Uffugo, una localidad y comuna italiana de la provincia de Cosenza, región de Calabria, y arribó a Argentina en 1954. Como muchos de sus compatriotas llegó con una maleta repleta de sueños y en busca de un futuro más propicio. En Buenos Aires lo esperaba el amor de su vida, Vicenta, una italiana que había conocido en el pueblo. Ella había llegado un año antes, junto a su familia, tras navegar durante más de veinte días en un transatlántico. "Me enamoré perdidamente de ella desde que era muy pequeña. Desde los 17 ya estábamos juntos", rememora. Heladería Italia. Este local familiar de barrio. Está al frente Adolfo un señor de más de 90 años.

Una vez instalados en la ciudad, comenzaron a rebuscárselas con distintos empleos: ella fue a trabajar de costurera, en tanto él en la fábrica "Siam" ensamblando heladeras y máquinas en la planta de Avellaneda. "¿Y entonces, cómo te acercaste al encantador mundo de los helados?", se le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR