El joven protegido de la diosa

Alos 78 años, Phil Knight luce un aspecto jovial y el mayor tesoro que puede deparar el final del camino: la sonrisa satisfecha de quien tuvo -alegrías más, tristezas menos- la vida que quiso. Cuál fue su proyecto y cómo lo realizó lo cuenta en su autobiografía Nunca te pares, a través de las etapas de formación y crecimiento de su gran obra: la poderosa empresa de indumentaria deportiva Nike.

A la hora de enhebrar éxitos y fracasos, intrigas, grandezas y miserias humanas en torno a su colosal emporio, la historia del empresario se asemeja a la de otros self made men. Es en la evocación de la juventud donde radica la diferencia.

Significativamente, Knight elude la infancia y comienza el relato en 1962, cuando tenía 24 años y el proyecto Nike, que sería la verdadera columna vertebral de su vida, estaba a punto de ver la luz. La paradoja que hace singular la historia de Phil es que no parece haber en ella singularidades excesivas: no fue pobre y se vislumbra que no tuvo una niñez desdichada, más allá de algunas tensiones con su padre; tampoco se vio forzado a luchar contra mayores adversidades que el común de los jóvenes. Creció en un hogar de clase media acomodada en Oregon, fue un adolescente respetuoso de las reglas y se graduó en buenas casas de estudios. Lo que lo distinguía de otros compañeros suyos que también querían hacer dinero era su vasta curiosidad y una sensibilidad especial. Sabía, por ejemplo, algo que a los 24 años se suele soslayar: la vida es breve. Y el joven Phil estaba dispuesto a dotar de sentido y valor cada minuto que le tocara estar entre los vivos.

Cosas como ésas pensaba cuando se calzaba las zapatillas y salía a correr, antes de que amaneciera, por el entorno agreste de la casa que compartía con sus padres y hermanos. Knight quería que su vida fuera un juego y quería ganar. También, dejar una huella. Había soñado con ser novelista, periodista, político, aunque lo que más había anhelado era convertirse en atleta de elite. "¿Y si hubiera algún modo de sentir lo mismo que los atletas sin necesidad de ser uno de ellos? -se preguntó- ¿De jugar todo el tiempo en lugar de trabajar? ¿O bien de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR