José 'Pepe' Mujica lamentó la pobreza que se vive en la 'mágica' Argentina y opinó sobre el Wandagate

Pepe Mujica, presidente de Uruguay entre 2010 y 2015

El expresidente de Uruguay José "Pepe" Mujica contó que siente "una pena enorme" por la pobreza que se vive hoy en la Argentina. "Cuando a la Argentina le va bien, también nos va bien a nosotros. Una Argentina próspera nos ayuda", reflexionó. De todos modos, recordó la primera vez que vio televisión y, optimista, subrayó: "Vi a Perón dando un discurso en aquellos televisores que eran como un ropero. Mil veces vi que la Argentina estaba destrozada, pero es mágica".

Al conversar con Nelson Castro para Radio Rivadavia, Mujica destacó que, por una cuestión de "identidad rara", nuestro país es en el único donde sus "compatriotas", los uruguayos, "pasan desapercibidos y son prácticamente de la casa". Y justificó su pensamiento: "Los he encontrado en todas partes del mundo, pero nosotros no somos hermanos, sino que nacimos en la misma placenta y somos un pedazo del mismo casco histórico. Los países son hijos de su historia y sus padecimientos".

Sin embargo, contrastó: "La mayor diferencia es que nosotros somos una aldea y nos conocemos todos. Eso nos da un grado de familiaridad que ha perdido la Argentina". Así dijo que, si bien no siempre están de acuerdo, en Uruguay "la sangre nunca llega al río". Contrastó con Buenos Aires la cual, para él, "es una ciudad demasiado grande y la gente es anónima en el medio de la multitud".

"Me entristece que el sistema político se pierde en chiquitas. Discutimos cada frivolidad", cuestionó. Sorpresivamente, Mujica conectó esto con el escándalo que se generó por la pelea entre Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suarez: "El otro día vi que ustedes estaban discutiendo de una artista y un jugador de fútbol. Un chismorreo que Dios me libre. Eso nos mata".

En relación a esto, en otro tramo de la entrevista, el expresidente del país vecino dijo que le sorprende "la virulencia del debate" que se vive en la Argentina. "A las diferencias, que pueden ser objetivas, se les suman el subjetivismo, hijo de las heridas, y eso es peor que la diferencia en lo que se piense, porque corta los puentes y no se puede hablar", explicó. Y se preguntó: "¿Cómo es posible la democracia si no se habla ni se negocia?".

Además, resaltó que es importante que los políticos tengan "humildad histórica". "No somos tan importante. Nos morimos, el mundo sigue dando vueltas y no pasa nada. No fundamos la Patria ni la terminamos. Pasamos. Nuestra responsabilidad es con los que vienen luego de...

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