João Havelange: el presidente de la FIFA que convirtió el fútbol en negocio

RÍO DE JANEIRO.- Se llamaba Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, pero el mundo lo conoció como "João", el hombre que convirtió al fútbol en la madre de todos los negocios y también de todas las corrupciones.

Enfermo y sin exposición pública desde hacía meses, Havelange murió sin embargo hoy a los 100 años en un momento único, con toda la prensa internacional especializada en Deportes concentrada en Río de Janeiro, la ciudad que lo vio nacer. Fue, por última vez, el centro de atención. Antes lo había sido durante sus 24 años como presidente de la FIFA.

Que miles de periodistas estén en Río se debe en parte a la que fue la última demostración de poder del brasileño, la decisión de qué ciudad se quedaría con la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.

Horas antes de la votación celebrada el 2 de octubre de 2009 en Copenhague, Havelange habló ante todos los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) y demostró ser más astuto que el rey de los astutos, Juan Antonio Samaranch.

El español les había dicho con claridad a sus colegas que no le quedaba mucho tiempo de vida y que les pedía "un último favor", elegir Madrid como sede. Un rato después Havelange invitó a todos a su centésimo cumpleaños en Río en caso de que la ciudad ganara la elección.

Y fue así: entre un funeral en Barcelona y un cumpleaños en Copacabana, los miembros del COI se decidieron por abrumadora mayoría por la fiesta carioca. No habría sin embargo fiesta el 8 de mayo, cuando el brasileño cumplió 100 años. Su salud estaba ya quebrada. Carambola del destino, los miembros del COI se encontraron finalmente con que João, ex miembro del organismo, los engañó: tendrán que ir a un funeral.

Cuatro años después de aquel éxito de Copenhague, Havelange debió renunciar a la presidencia honoraria de la FIFA porque el comité de ética del organismo consideró probado que cobró sobornos de ISL, una licenciataria que comercializaba los derechos de televisación del Mundial. Fue el escándalo que arrastró también a Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), y que en otras ramificaciones terminaría arrasando a la vieja dirigencia de la FIFA.

Excepto a Julio Grondona, que murió meses antes de que todo estallara. Cuando Grondona llegó a la FIFA en 1979, Havelange gobernaba ya desde hacía cinco años con mano de hierro en Zurich. Grondona se convirtió rápidamente en pieza clave de una FIFA en la que terminaría siendo el número dos y una especie de "5": en vez...

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