Jim Clark, el invencible: la historia del Escocés volador

"Cuando alguien queda en el camino, todos nos sentimos muy tristes y los muchachos que corren se desmoralizan. En este caso, la tristeza es mayor porque considero que Jim Clark fue el más grande piloto de todos los tiempos. Hasta para mí tenía aureola de invencible. Yo lo conocí bien y nunca creí que pudiera terminar así. Lo veía andar tranquilo, dentro de su límite, sin ser espectacular y mucho más ligero que los demás. Durante mucho tiempo creí que Tazio Nuvolari había sido el mejor piloto de la historia, pero después me convencí que Clark, sin ser tan espectacular, era mucho más positivo. Era serio, disciplinado. Un verdadero ejemplo para todos".¿Fue realmente Jim Clark, de cuyo fatal accidente se cumplen hoy 50 años, el más eximio piloto de todos los tiempos? La cita le pertenece a Juan Manuel Fangio, fue pronunciada pocos días después de la muerte del escocés, el 7 de abril de 1968, en una oscura carrera de Fórmula 2 en Hockenheim (Alemania), y posee toda la autoridad de quien podría ser catalogado, precisamente, el mejor. "Clark tiene la más grande habilidad nata de cualquier campeón del mundo", lo valoraba Stirling Moss. "Claro que no es Fangio. No lo pondría a su nivel. Fangio es el uno absoluto, pero Clark está muy cerca".En el último medio siglo, algunas apariciones al más alto nivel podrían ensombrecer ese juicio de Fangio. Sin embargo, pese a lo que representaron cada uno para su época, a lo que ganaron, a pesar de la forma en la que dominaron su tiempo, ni Ayrton Senna ni Michael Schumacher fueron dueños de una ética deportiva similar a la de Clark, y en la más alta consideración -aunque pueda ser objeto de debate- eso los pone un escalón por debajo del escocés y de Fangio.¿Qué tuvo, que hizo Clark para ser el mejor? De todo. Velocidad, serenidad, eficacia. Dominó su época en la Fórmula 1 -la de los coches de litro y medio de cilindrada- con autoridad completa. Solo corrió con Lotus, una marca legendaria de coches muy veloces y frágiles: cuando resistían, el escocés los volvía exitosos.De los 47 Grandes Premios con puntos para el campeonato mundial que se disputaron entre 1961 y 1965, ganó 19, casi el 40 por ciento. Conquistó de manera aplastante sus dos títulos mundiales, en 1963 y 1965, y pudo haber ganado otros tres, en 1962, 1964 y 1967. Cuando falleció tenía 32 años: es especulación, pero en los cuatro años posteriores a su muerte, Lotus ganó los títulos de 1970 con Jochen Rindt (de manera póstuma) y de 1972 con Emerson...

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