Jaime Ardila: 'El mayor problema de la Argentina es la devaluación del real en Brasil'

Puede que en el mundo "tuerca" los fanáticos argentinos se dividan entre Ford y Chevrolet; en el mercado local la competencia está más fragmentada. Además de esas dos marcas, Volkswagen, Renault, Fiat, Peugeot y Toyota se pelean por una torta que se achica. Pero el presidente para Sudamérica de General Motors (GM, la fabricante de los Chevy), el colombiano Jaime Ardila, visitó esta semana Buenos Aires y se sorprendió por señales de estabilización del mercado. Lo que le preocupa es la economía de Brasil, principal destino de las exportaciones automotrices argentinas.

-La Argentina es el tercer mercado automotor de América latina, con gran diferencia con el cuarto.

-Sí, Chile y Colombia, que la siguen, son la mitad que la Argentina.

-Y eso que Colombia tiene más población.

-Sí, pero tiene una estructura impositiva para vehículos mayor que la de la Argentina y una distribución del ingreso mucho más concentrada.

-Pero ¿hay una tormenta perfecta para la industria automotriz argentina, tanto por la caída del mercado local como la de Brasil?

-El mercado argentino me sorprendió positivamente por la capacidad de resistencia. Es verdad que llegó a ser un mercado de casi un millón de unidades en algún momento, pero no era un nivel sostenible, considerando la población y el nivel de ingresos.

-¿En 2013 se vendieron más autos acá que en España?

-Sí. Se vendieron los mismos en la Argentina que en México, que es un país de 120 millones de habitantes. Pero ahora proyectamos un mercado de cerca de 600.000 unidades, un número razonable para la Argentina.

-¿Es una caída respecto de las 683.000 del año pasado?

-Sí, era esperada. Me parece que es un mercado razonable, desde el punto de vista del tamaño de las plantas que existen. Me preocupan más las exportaciones. La caída del mercado brasileño fue muy fuerte. Había caído el año pasado cerca de 8 por ciento. Esperábamos que este año fuera un mercado más o menos igual, pero en los últimos tres meses la caída ha sido mucho más fuerte, de cerca de 20 por ciento.

-¿Y cómo impacta eso en la producción?

-No hemos ajustado todavía en la producción argentina. Es conveniente darle al mercado brasileño dos o tres meses más para ver dónde se estabiliza.

-¿Puede recuperarse tan rápido?

-Lo de Brasil fue un tsunami y, como tal, los estragos que causa en el corto plazo son muchos, pero la duración es relativamente corta.

-¿El ajuste fiscal que anunció Dilma Rousseff no impacta?

-El ajuste es positivo para la recuperación de...

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