Ivanna Rossi, crónica de una pequeña gran artista

Si la mira fijamente, se dará cuenta de que la ha visto no una ni dos, sino innumerable cantidad de veces. Eso sí, para que el juego funcione el lector debe ser un gustoso asistente a musicales o a espectáculos infantiles (niños mediante). Se llama Ivanna Rossi, tiene 31 años y, desde los 4, se sube a escenarios para cantar, actuar, bailar (en ese orden) y, desde esta noche, volverá a hacerlo en El espejo, dime qué ves , el musical concebido por Matías Puricelli, con partitura de Francisco Ruiz Barlett, en el que comparte cartel con Alejandro Paker y Nicolás Maiques, todos al frente de un elenco que completan Juan Manuel Besteiro, Sofía González Gil, Alejandro Poggio y Julián Sierra. Ellos son los protagonistas de una historia basada en la suerte que corre un joven que vive encerrado en su cuarto por feo. Así de crudo es el planteo de esta obra que a poco de andar pone el eje en cómo cada uno puede llegar a construir su propia imagen a partir de la mirada de los demás. "Sí, es triste, pero, por momentos, eso de reír y llorar al mismo tiempo se cumple. Es que más allá del drama, están los personajes que él crea en su propia mente y son geniales", explica Ivanna Rossi, sobre esta obra "muy Tim Burton" -según sus propias palabras- que la tendrá ocupada hasta fin de año, por lo menos.Antes, mucho antes de ser la incrédula Wendy del Peter Pan (2004) protagonizado por Diego Reinhold, o de interpretar en 2008 a Dorothy, en El M ago de Oz, que dirigió la multifacética Valeria Ambrosio, Ivanna fue una niña Festilindo , emblemático programa infantil en el que, cuenta, fue compañerita de Florencia Peña, Pablo Ruiz, Eleonora Wexler y Gloria Carrá en sus días de aspirantes a estrellas. Fueron diez años que la formaron en más de un sentido. "Recorrí todo el país, actué en lugares muy precarios para muy poca gente y también en estadios para miles de personas, en los que nos tenía que ayudar la policía a salir por la tremenda cantidad de fans que nos querían saludar. Hice muchísimas giras de fin de semana que terminaban cuando el micro me dejaba, el lunes por la mañana, en la puerta del colegio. Todo por el sándwich y la...