La invención infinita de Parker

Cuando la época de las outtakes y las tomas alternativas parecía haber acompañado el eclipse del CD (épocas en las que había que inflacionar la duración de los viejos LP), llega Unheard Bird: The Unissued Takes (Universal), una edición doble con tomas, en su mayoría inéditas hasta ahora, que el saxofonista Charlie Parker hizo para los sellos Clef y Norgran (luego subsumidos en Verve) entre 1949 y 1956.

Hay que agradecerle el descubrimiento al investigador Phil Schaap, responsable de la recopilación y de las notas minuciosas, casi obsesivas, que acompañan cada sesión recogida. Una muestra de gratitud le corresponde también a Norman Granz, el productor del sello, que, con no menos obsesividad que la de Schaap, aunque mucho antes, sometió a Parker a hacer una toma tras otra. La perfección que Granz perseguía era imposible porque toda la belleza del jazz consiste en cerrarse a la perfección, pero, a cambio, nos dejó un tesoro de maravillosas posibilidades e inconclusiones.

Son en total 69 tracks, de los cuales 21 son tomas completas y el resto comienzos falsos o tomas frustradas. Tocan con Parker, en las diferentes sesiones, Dizzy Gillespie, Kenny Dorham, Thelonious Monk, Al Haig, Tommy Potter y Max Roach. Algunas de estas sesiones precipitaron en los discos BirdyDiz y Charlie Parker with Strings, para no abundar en más títulos, pero hubo también proyectos nunca realizados como un registro dedicado a piezas de Cole Porter.

Más acá de la historia

Las anécdotas discográficas suelen interesarle únicamente a los coleccionistas, que se fascinan menos con lo que suena que con el objeto. Por sus tomas repetidas y su aparato de datos y fechas, Unheard Bird parece destinado a coleccionistas, pero es en realidad una de las evidencias más contudentes de la originalidad de Parker.

En el jazz no existe eso que en la pintura se llama pentimento, la corrección. No es que Parker no tuviera cambios de idea y de planes, pero esas...