Las inundaciones y la protección de los humedales

Si hay algo que ha caracterizado a la política local nacional durante esta última década ha sido la ausencia de planificación. Lo coyuntural es lo importante, el resto puede esperar. Eso refleja la reciente inundación en la p'rovincia de Buenos Aires, que dejó cinco víctimas mortales y 30.000 personas afectadas, entre las cuales 6000 debieron abandonar sus hogares.

Esta ausencia de Estado en la provincia que supo ser el emblema de la riqueza argentina ocurre hace demasiados años. No ha existido una verdadera sensibilidad para advertir la magnitud del problema que está en juego y las políticas preventivas, que hubieran impedido que esta situación se volviera incontrolable. Para ello se habría requerido una mentalidad atenta al mediano o largo plazo, algo que prácticamente resulta desconocido en nuestros dirigentes. Las intensas lluvias recientes y varios problemas estructurales, cuya solución ha sido reiteradamente postergada, hicieron más evidente un fenómeno cuya recurrencia pone al descubierto la necesidad de una política que vaya mas allá de "entubar" o "polderizar" ciertas zonas.

La reacción, propia de una metodología cortoplacista en plena época de elecciones, no se hizo esperar: la legislatura bonaerense aprobó un proyecto de ley que ratifica el decreto de emergencia hídrica para los municipios afectados, autorizando al Poder Ejecutivo a endeudarse hasta 4500 millones de pesos para realizar obras en la cuenca del Río Luján. La iniciativa contempla exenciones en el pago de los impuestos inmobiliario, a los automotores, ingresos brutos y sellos para los afectados. Hay que disimular la inacción de tantos años en menos de dos meses.

Ocurre que la urbanización no se ha ejecutado en consonancia con el medio y un gran porcentaje de los humedales bonaerenses ha sido ocupado por la construcción de barrios, lo que implicó el relleno de áreas que actuaban como "esponjas" y de ese modo se afectó el normal desarrollo de estos ecosistemas. Algo que se agrava en la provincia de Buenos Aires debido a la ausencia de pendientes, que impide el rápido escurrimiento de las aguas.

Es por eso que una de las medidas más estratégicas debería ser la protección de estos humedales que, entre varios servicios ecosistémicos, amortiguan los excedentes hídricos. Se trata de funciones esenciales que, al momento de realizar una evaluación de impacto ambiental de los proyectos de obras de infraestructura, son prácticamente ignorados.

En ese sentido, cabe mencionar que...

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