Un intento por ahuyentar el malhumor social

LA PLATA.- En diciembre de 2007, en su primer mensaje a la Legislatura, Daniel Scioli dijo que, como gobernador, su principal preocupación era revertir los acuciantes niveles de inseguridad y violencia que soportaba el principal distrito del país. También señaló que la lucha contra el delito lleva tiempo y no existen soluciones mágicas. Ayer volvió sobre ese concepto.Inmerso en una carrera contra el reloj por sus aspiraciones presidenciales, Scioli intentó ayer aventar el creciente malhumor social por la inseguridad frente a los últimos casos registrados en el conurbano, que se sumaron a la polémica por los linchamientos de delincuentes.Busca mostrar un gobierno cohesionado, activo y preocupado frente a la población. Sabe que del resultado de esta maniobra dependen buena parte sus anhelos.La política de seguridad provincial ha estado guiada por cambios constantes desde la recuperación de la democracia, en 1983. Scioli heredó una declaración de estado de emergencia policial, como la decretada ayer, dictada por Felipe Solá, y la mantuvo hasta 2010. Ahora vuelve a ellas para enfrentar viejos problemas.Scioli reunió y dividió dos veces las carteras de Justicia y Seguridad. La última que lo hizo fue en septiembre pasado, cuando recurrió al intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, para generar un golpe de efecto frente a un electorado que marcaba la inseguridad al tope de sus preocupaciones. Granados es el tercer ministro de la gestión sciolista en el área más sensible. Sus antecesores Carlos Stornelli y Ricardo Casal tuvieron muchas dificultades para paliar el avance de la violencia delictiva y dejaron el cargo en medio de cuestionamientos.Para la oposición...

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