Inspiración, lo que buscan los Jaguares en Sudáfrica

JOHANNESBURGO.- Es una fotografía de la inspiración. En un colegio cualquiera, un partido cualquiera de rugby, entre pibes de 12, 13 años. Blancos y morenos, ojos azules y ojos negros. Zapatillas de afamada marca americana, unos. Calzado de imitación doméstica, otros. De pronto, un golpazo, de los tantos que provoca el deporte de los moretones. Tendido sobre el césped, el rubio mira el cielo, inmóvil. El adversario, enemigo irreconciliable en otro tiempo, dientes enormes, sonrisa de bebe, le ofrece sus brazos extendidos, lo levanta, lo protege de frente a su torso, inmenso para su edad. Nada sugestivo en otras tierras: los amigos, los compañeros, los rivales, suelen ser cómplices de estos gestos en el juego del deporte. En Sudáfrica, en cambio, se ofrece como un símbolo. Detrás del legado de Nelson Mandela, soplan otros vientos, archivada en las leyes -no tan así en las calles, en el día a día- la insolente discriminación. Hay mucho por hacer todavía: en esta ciudad, la más poblada y grande de una nación rica en minerales, el 73 por ciento subsiste en los órdenes del bajo fondo tercermundista. Los negros.

La desocupación alcanza el 37 por ciento de los residentes de la capital sin documento. De ellos, el 91 pertenece a la raza de color. Falta un largo recorrido para disfrutar, en la práctica, los mismos derechos. Años, décadas. Los Jaguares, la franquicia argentina en la primera experiencia en el Super Rugby, de algún modo, entienden el mismo lenguaje. La experiencia, el roce internacional, la picardía, la potencia, no se consiguen de un día para el otro. Lleva tiempo aprender el idioma de los mejores. Equilibrar la balanza. En un país que reivindica la inspiración en pequeños gestos de nobleza, el grupo argentino busca descubrir la plataforma del relanzamiento. Se trata de su última gira en el exterior. Y ya no da lo mismo ganar o perder. El mensaje es parecido al de los chicos del relato: extender las manos para llegar más alto, aunque en el camino sigan brotando heridas.

"Estamos cansados de las derrotas dignas. Siempre tratamos de ir para adelante y nuestros rivales aprovechan que dejamos espacios, utilizan muy bien la presión con el pie. Hay que jugar con la máxima intensidad los 80 minutos. A veces, nos lleva la euforia cuando vamos ganando y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR