La insólita metáfora del dentista, el silencio entre Mondino y Kicillof, y el pedido urgente a los empresarios

Diana Mondino, eventual Canciller de LLA y Luis Tendlarz, vicepresidente de relaciones exteriores de la UIA

La grieta -más allá del reclamo empresario por el diálogo- será una política de continuidad en la Argentina. Una foto de la época: detrás del escenario de la Conferencia Industrial de ayer, Axel Kicillof bajó las escaleras y se cruzó con Diana Mondino que salía de hacer su presentación frente a unos 1000 empresarios. Sólo a centímetros, se ignoraron. "No lo vi", dijo la solitaria eventual canciller de Javier Milei. El referente económico de Cristina Kirchner, escoltado por su séquito, subió al escenario.

Hubo pocas certezas entre los empresarios. Pero una era segura: "Viene otro dólar" , adelantó un poderoso industrial en una de las mesas más cercanas a los expositores del encuentro organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA).

"La situación es crítica", relataron en una empresa de electrodomésticos que exporta a un país vecino y que no logra acceder al mercado de cambios para comprar insumos y producir. Allí temían además por la transición y el camino hasta que aparezcan dólares, recién en marzo. A la gran mayoría ya se les había acabado el crédito con bancos, proveedores o casas matrices. Las pocas SIRA que salen son a 360 días y las debería pagar el gobierno entrante. "Son papelitos; ya no sirven", explicó el industrial, que recordó que, incluso, quedan algunas nominadas en yuanes. "¿Va a haber yuanes con Milei?", se preguntó sobre el futuro del swap con China que aún engrosa las flacas reservas del Banco Central.

La herencia es gravísima. "Hay un blackout para pagar importaciones", afirmó para reafirmar el cierre virtual de la Secretaría de Comercio. No sólo crece el temor en las compañías de casi todos los rubros por la reactivación del flujo de divisas en el corto plazo y sus impactos -freno de producción, aumentos de precios y reducción del empleo- en las próximas semanas, sino también sobre el precio que tendrá ese dólar y cómo afectará la deuda comercial de las empresas, que el director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, -dijo- se disparó en US$30.000 millones este año.

No fue el único miedo. Además de la urgencia por la falta de dólares, genera incertidumbre el grado de apertura comercial que impulsará Milei y el cimbronazo del inevitable ajuste que viene sobre la economía, incluida la obra pública. "Es como ir al dentista", describió el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. "Sabemos que va a doler, pero hay que...

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