El inicio de una nueva etapa en el Congreso

Nadie imaginó hace 60 días, cuando Mauricio Macri accedió al poder, que se producirían tantas variaciones en el Congreso elegido el último domingo de octubre pasado. La posterior elección de Macri como presidente, el receso parlamentario y la conmoción interna del peronismo por la derrota provocaron sucesivos alineamientos y realineamientos dentro de los bloques del justicialismo. Hoy, cuando el Senado se reúna por primera vez en sesión extraordinaria, podrá medirse, aunque parcialmente, la situación política del Presidente en un Congreso en principio adverso. Macri comenzó su gestión con un Senado teóricamente en poder de un peronismo liderado por Cristina Kirchner y con una Cámara de Diputados donde el oficialismo macrista no tenía ni siquiera la posibilidad de reunir al cuerpo. Hoy las cosas ya no son así.

Las situaciones son absolutamente inversas en ambas cámaras, pero en las dos se produjeron novedades que aliviaron la inicial y compleja posición del Presidente. En la Cámara de Diputados, la mayoría del bloque peronista sigue bajo una conducción formal que está bajo el comando político de Cristina. Pero sufrió una deserción de 15 diputados (serán 18 si se suman un ex massista y dos diputados que responden al gobernador pampeano, Carlos Verna); el número podría ampliarse aún más en las próximas semanas. Sin embargo, será difícil para los rebeldes sacarles la mayoría del bloque a los filocristinistas.

La novedad que aportó aquella ruptura de 15 diputados es que el oficialismo se garantizó prácticamente el quórum necesario para debatir. Al menos, ésa fue la primera promesa que hicieron los rupturistas: que le permitirían a Macri que los diputados debatieran sus leyes. Se necesitan 129 diputados para conseguir el quórum. Cambiemos tiene 90 diputados y Sergio Massa puede aportar cerca de 40. El quórum sería posible, pero los números resultarían muy ajustados. Los 15 rupturistas (o 18 o más, como anuncian) crearán un margen mucho más amplio para que la cámara pueda reunirse formalmente. Otras construcciones serán las mayorías necesarias para aprobar las leyes del Presidente. Será ley por ley, y en casi todas deberán hacerse modificaciones que planteará la oposición peronista, ya sea la massista o la ex cristinista.

En el Senado, en cambio, el cristinismo es minoría. Hay sólo 12 senadores de esa corriente entre un total de 41 senadores peronistas. El resto responde a la jefatura del senador Miguel Pichetto, titular del bloque peronista...

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