La influencia del Big Data en la derrota por penales de Inglaterra en la Eurocopa

El defensor italiano Leonardo Bonucci celebra anotar el primer gol del equipo durante el partido de fútbol final de la UEFA EURO 2020 entre Italia e Inglaterra en el estadio de Wembley en Londres el 11 de julio de 2021

El domingo 11 a la medianoche, en los estertores de la que fuera la jornada más trascendental en la historia del fútbol inglés desde que Bobby Moore levantó la Copa del Mundo el 30 de julio de 1966, los directivos de la federación de fútbol de Inglaterra se apresuraron a llamar al seleccionador, Gareth Southgate , para averiguar el gran misterio detrás del desastre: ¿Cómo fue posible que en el momento más crítico de la selección después de medio siglo, el quinteto de lanzadores de la tanda de penales contra Italia en la final de la Eurocopa se cerrara con Markus Rashford , de 23 años, Jadon Sancho , de 21, y Bukayo Saka , de 19?

Para cumplir con una tarea que normalmente se encomienda a los más expertos, Southgate no solo consintió que fueran tres suplentes habituales los que lidiaran con la presión de un estadio con más de 70.000 personas en un país enardecido por la coyuntura sanitaria, social y política. De los 30 futbolistas que habían lanzado una pena máxima en esta Eurocopa, solo Saka y Sancho eran menores de 22 años. Saka, además, no había lanzado un penal en toda su carrera como profesional. Los tres seleccionados —Rashford, Sancho y Saka— fueron incapaces de marcar .

El arquero italiano Gianluigi Donnarumma tapa el penal decisivo al inglés Bukayo Saka en la final de la Euro 2020, el domingo 11 de julio de 2021, en Londres. (Fabio Ferrari/LaPresse víaAP)

El penal es el más lineal de los procedimientos en el menos lineal de los juegos . Su sencillez relativa ha producido teorías esotéricas y sorpresas inolvidables, generalmente relacionados con fallos en partidos que se definen en series de lanzamientos. Pero ni la cadena de deserciones que coronaron al Liverpool en la final de la Champions de 1984, ni la parada de Ivkovic a Maradona en el Mundial de 1990, ni el penalti que Roberto Baggio envió a la grada en la final del Mundial de 1994, son comparables a la gestión futurista que el domingo pasado hizo que Inglaterra desperdiciara una oportunidad irrepetible con sus chicos más imberbes.

Según fuentes próximas a la federación, la respuesta de Southgate a los directivos alarmados ante la elección de los lanzadores fue de una naturaleza tan inaudita como moderna. La elección del quinteto fue producto de años de elaborado...

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