La inflación, el mazazo que golpeó la mesa del PJ

Al momento de aceptar en agosto el Ministerio de Economía, Sergio Massa partía de una convicción que es casi un lugar común entre quienes aspiran a cargos públicos y que alcanzó a compartir con algún confidente del Frente Renovador. Cuanto peor es el momento en que un funcionario asume, dice esta idea, mayores serán después, por contraste, las posibilidades de mostrar buenos resultados. "Si alguien aspira a brillar en el ámbito de la seguridad, convendría elegir Rosario, donde cualquier cosa que haga se va a notar", razonaban entonces quienes lo escuchaban.

Es lo que el ministro proyectaba cuando aceptó reemplazar a Silvina Batakis, y el postulado a partir del cual empezó a describir desde entonces lo que haría en el Palacio de Hacienda: heredaba una inflación mensual de 7,4% y su objetivo era reducirla de manera paulatina hasta llevarla a alrededor del 4%. "Una cifra con un 3 adelante en abril", se envalentonó en público.

Pero el problema económico de la Argentina excede las atribuciones del Ministerio de Economía. Si fuera tan sencillo, bastaría con dar con alguien idóneo para el cargo. Desde aquellas corridas de Guzmán y Batakis, como en los tiempos de Macri , "pasaron cosas". Principalmente en las primeras semanas de este año. El 6% de inflación de enero, la caída en reservas del Banco Central durante febrero y ciertas señales de estancamiento en la actividad obligan entonces a recalcular. Lo que viene puede ser peor. Crecen los costos, empiezan las paritarias y es altamente probable que todo termine complicando el cumplimiento de Precios Justos, que el Gobierno acaba de relanzar. "El programa empieza a tener fisuras -anticipó el directivo de una empresa de consumo masivo-. Vamos a cumplir en la medida en que las variables se cumplan". Por "variables" se entiende una sola: los dólares para producir o importar, algo que el Palacio de Hacienda promete a cambio de que los fabricantes no suban los precios. Siempre positivo, Massa dice ahora en el gabinete que aquel horizonte inicial no se corrió más que uno o dos meses: quizás el 4% llegue en mayo o junio. Su secretario Gabriel Rubinstein, más técnico, extendió en Twitter la meta para fines de año.

En la Casa Rosada hay quienes todavía confían. "Mejor, Sergio mantiene la expectativa por más tiempo", dijo un funcionario. Pero el resto del Frente de Todos ve otra cosa. El fin de la estabilización massista llega en año electoral y, para infortunio del ministro, justo en el semestre en que...

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