Al infinito y más allá: la minería busca su futuro en los asteroides y en el fondo del mar

Una oscuridad por momentos insondable que se extiende más allá de la vista, escasa o nula huella humana y la carencia total de oxígeno. El fondo del mar y el espacio exterior tienen varias características que los hermanan a pesar de la distancia sideral que los separa.

Los paralelismos no terminan ahí, porque en los asteroides que viajan por el cosmos y en el lecho de los océanos del mundo se esconde una fortuna de oro, plata, cobalto y níquel, entre otros metales, en una concentración mucho mayor que la que se encuentra en la superficie de la Tierra.

Mientras la minería tradicional enfrenta problemas por los altos costos de producción, la escasez de vetas rentables y las consecuencias de sus prácticas en el medio ambiente, algunas empresas han empezado a buscar el futuro para la industria en las estrellas y la marea.

Alto en el cielo

Una superficie durísima, gravedad muy baja, temperaturas que oscilan entre los 200°C bajo cero y un calor -literalmente- abrasador de acuerdo con la cercanía al Sol. Y todo esto a unos 300.000 kilómetros de distancia de nuestro planeta.

A simple vista, no existen en el universo lugares más inhóspitos que un asteroide. Parecea que tampoco existen otros cuerpos celestes con tanta concentración de metales preciosos. Expertos estiman que un asteroide de 500 metros cúbicos podría tener el equivalente a todo el platino minado en la Tierra. Y dicen que los materiales encontrados en ciertos asteroides de 80 metros pueden alcanzar un valor superior a los US$ 100.000 millones.

En Estados Unidos, este tipo de minería se volvió legal en noviembre de 2015, cuando el entonces presidente, Barack Obama, firmó la Space Act, que autorizó la explotación comercial de los materiales obtenidos en los asteroides y la Luna. La ley no reserva a las compañías derecho de soberanía alguno sobre estos cuerpos, previsión que violaría el Tratado sobre el Espacio Exterior, al que suscribió en 1968.

El interés incluso llegó a Wall Street. En abril, la firma Goldman Sachs emitió un reporte de casi 100 páginas en el que se argumentó que "mientras que la barrera psicológica a la minería de asteroides es alta, las barreras financieras y tecnológicas reales son mucho más bajas".

No sorprende entonces que algunas empresas hayan empezado a competir por la explotación de toda esta riqueza desperdigada por el cosmos. Una de ellas es la estadounidense Deep Space Industries (DSI, cuya traducción quiere decir Industrias del Espacio Profundo), que planea...

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