Infancia y abusos sexuales

Datos estadísticos recientes de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección de Víctimas (Dovic) reclaman nuestra atención. Se refieren al porcentaje de casos denunciados de abusos sexuales de menores de edad cometidos en la Capital Federal en el primer semestre del año y en el que ese tipo de delitos ha registrado un aumento del 40% en comparación con igual lapso de 2016. Eso significa que en el citado período de este año el número de víctimas ha llegado a 228, lo que implica cuatro denuncias diarias.

Uno de los datos más preocupantes, pero no novedosos, es que en el 70% de los casos que han sido denunciados el agresor fue un familiar cercano del menor de edad.

En el 40% de los casos han sido los padres los responsables del abuso, y en el 15%, los padrastros. Con otros lazos de parentesco, tíos, 9%; abuelos, 7%; madres, 5%; hermanos, 4%; abuelas y madrastras, 3%, y otros parientes, 12%. En el 5% de los casos no se pudo identificar el autor. La cruel realidad de los actos perversos referidos adquiere un carácter más grave cuando se tiene en cuenta que en la mayoría de los casos los abusos los han padecido niños de la familia y ese delito se ha llegado a reiterar con frecuencia a través de los años.

El mayor número de chicos que han sido objeto de abusos han sido niñas (63%), de acuerdo con los datos del Programa Las Víctimas contra la Violencia (vicontravio@jus.gov.ar). En opinión de la psiquiatra forense Silvia Martínez, ese número es demostrativo de que las víctimas no pueden entender cómo una persona tan cercana las ha hecho objeto de una agresión semejante.

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