Inexplicable: el lado oscuro de los cotos de caza y el caso de los 40 yaguaretés fotografiados muertos

Jorge Noya, dueño de cotos de caza, aparece en una serie de fotografías tomadas a través de los años con yaguaretés abatidos

La Argentina es considerada uno de los destinos más atractivos mundialmente para la cacería de animales salvajes. Ingresan al menos 20.000 cazadores por año. De acuerdo con la ley 22.421, cada provincia decide qué y cuántos animales podrán ser abatidos, así como las condiciones en las que lo harán. Los cotos de caza ofrecen alojamiento y distintos tipos de cacerías. Se llegan a pagar fortunas por cada trofeo: cuanto más raro, más difícil de ver o más escaso, mejor y más valioso. Los permisos se renuevan año a año y los responsables de otorgarlos son las autoridades de Fauna de cada provincia.

En todo nuestro territorio está prohibida la caza de animales autóctonos: en particular, la del yaguareté -el felino más grande de América, del cual se calcula que quedan en libertad solo 250- está prohibida desde 1984, sin excepciones . Mientras cientos de organizaciones dedican esfuerzos y dinero a salvar animales , un cálculo conservador contabiliza 5200 especies en peligro de extinción; entre ellas, el yaguareté. A la hora de analizar las causas, los conservacionistas destacan como amenaza principal la destrucción y fragmentación de los hábitats, reduciéndose sistemas en los que viven millones de animales; la sobrepesca en el caso de los animales marinos, la contaminación de los ecosistemas y, especialmente en el caso de los mamíferos, la caza, especialmente aquella practicada como pasatiempo y la que alimenta el mercado negro de la medicina tradicional. Sin embargo, algo más alentadoras, las estadísticas aseguran que cada vez menor cantidad de jóvenes se dedica a esta práctica. La edad promedio de los cazadores se calcula hoy por encima de los 50 años. Jorge Noya, dueño de cotos de caza, aparece en una serie de fotografías tomadas a través de los años con yaguaretés abatidos

En 2018, la Justicia argentina ordenó el allanamiento por violación a la ley 22.421 del domicilio de Jorge Noya, en el partido de Vicente López, y dos predios de su propiedad en Santiago del Estero : Santo Domingo, una casa adonde hacían noche los cazadores, y Guampacha, el verdadero coto, a unos 12 kilómetros de la capital provincial. Hubo un cuarto operativo en El Pantanal, ubicado en Dolores , provincia de Buenos Aires.

En Guampacha, distrito donde la cacería está prohibida , fueron hallados animales vivos como búfalos de agua, antílopes de las Indias...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR