Inesperado

Cuando Val Champ se pegó a los palos en el final del Nacional, antes de cruzar el disco primero, y poco después, cuando Edwin Talaverano no festejó, pese a ganar semejante carrera, se sabía que ése no era el final. Que el resultado iba a modificarse por decisión de los jueces.Entonces, el entrenador Pablo Sahagián salió corriendo a gritarle a Juan Pablo Lagos, el jockey de Lange: "¡No te bajes!" Y Lagos y Talaverano esperaron que la chapa del 13 volara, y subiera la del 8, como algunos deseaban y muchos temían. Entre éstos estaban los que, sin boletos de esos caballos en el bolsillo, no deseaban ese desenlace para el cierre de la Triple Corona.La fiesta de Palermo, que había empezado con dos momentos esperados, cuando Curioso Slam se afianzó como el mejor millero y Balada Sale como la mejor potranca, tuvo allí un pequeño bache. Único. El cielo, la gente, el clima, le dieron el mejor marco al extraordinario espectáculo."Bueno, ya está con esto", le insinuó un cronista de La Nacion a Sahagián después del triunfo de Curioso Slam en el Gran Premio Hipódromo de Palermo. "No -respondió el ex jockey- falta el Nacional." Parecía un exceso de optimismo. Una derivación de la alegría por aquella victoria. Parecía.Lange surgió por los palos en la recta final, después de correr casi a tientas, en medio de un lote que se hizo compacto en el codo, detrás del puntero Classic Kout, pero de pronto se encontró libre por los palos. Chuck Berry, el favorito, la monta por la que Jorge Ruiz Díaz estuvo una semana sin competir, como para no repetir la amarga experiencia de hace un año, cuando una caída le impidió ganar el Nacional con Expressive Halo, intentó acercarse antes del codo, pero en el derecho cedió, hasta terminar sexto.Val Champ había pasado al frente después de avanzar al mismo tiempo que Chuck Berry y sacó ventajas como para hacer notar que tenía el triunfo en la mano. Talaverano miró hacia dentro. Lagos intentaba pasar por un estrecho espacio, casi imposible, pero que existía. Hasta que Val Champ cerró y así fue Lagos el que quiso hacer evidente que había molestias.La bandera amarilla bajó rápido. Ni deben haber hablado los comisarios. La cuestión estaba clara.Carlos García, el dueño de La Pampita, el stud ganador, volvió a sonreír. Como un par de horas antes, gracias a Curioso Slam. "Ganó mi mejor caballo y enseguida gané mi mejor carrera", dijo. "Fue el potrillo más barato que compré, en la Copa Bullrich, y lo elegí yo", cuenta, orgulloso. El primer día de...

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