La industria de la carne está en rojo

En la góndola, la gente se queja de que la carne está cara o, al menos, mucho más cara de lo que estaba acostumbrada a pagarla. Sin embargo, en los frigoríficos se quejan de que los números no cierran.La realidad es que, pese al incremento de los precios, la industria de los comercializadores de carne vive su peor momento en una década, y no hay señales de que su situación mejore. Incluso hay quienes advierten que podría empeorar en el corto plazo.Hace algunas semanas, el grupo brasileño JBS, dueño de Swift, fue noticia por el cierre de su planta en Venado Tuerto. Pero, en contexto, es uno más de muchos otros casos. En dos años, de hecho, cerraron sus puertas 120 de las 550 plantas que existían en el país, y se destruyeron 13.200 empleos sobre un total de 32.000, según los datos que se manejan en el sector."El mayor problema de la industria es la falta de animales para faena", explica Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). "Este es un negocio de volumen y de márgenes chicos, en donde el valor del animal es el 85% del costo de producción", explica.Desde 2006, año en que el gobierno de Néstor Kirchner intervino el mercado de la carne para garantizar precios bajos en el mercado interno, los productores empezaron a liquidar cabezas. El stock ganadero cayó un 17% entre 2008 y 2010. Si bien en un primer momento la sobreoferta de ganado benefició a los frigoríficos, la ecuación se revirtió al poco tiempo, cuando ante la menor cantidad de hacienda disponible provocó un alza del precio de los vacunos."Hay una capacidad instalada de entre 18 y 19 millones de animales para faenar al año, y hoy estamos en 11 o 12", ilustra Jorge Torelli, gerente general del frigorífico Mattievich.En rigor, la mayoría de los frigoríficos opera a pérdida en la actualidad. De acuerdo con los cálculos del sector, el margen que les queda entre la venta de la media res en el mercado y la venta de las menudencias, el cuero y los restos del animal no suma lo suficiente como para cubrir los gastos que tienen entre salarios (que en 2011 aumentaron un 32% en tres cuotas), operación de la planta (luz, agua, entre otros servicios), logística e impuestos (ver infografía). Para empeorar aun más los números del sector, la crisis internacional provocó recientemente una fuerte caída del precio del cuero."Es muy poco lo que transforma y agrega la industria, por lo que los márgenes son chicos", refuerza el dueño de un...

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