Impulsan un plan para que no haya más animales exóticos en el Zoo porteño

El Zoo de Buenos Aires ya no será el mismo. En el mediano plazo, la ya famosa orangutana Sandra, a quien la Justicia le otorgó un hábeas corpus, y la elefanta Mara, que por años vivió en el circo Rodas, serán trasladadas a centros de conservación más acordes con las latitudes que originalmente hubieran habitado.

Estas dos medidas son parte de la propuesta iniciada en el Zoo para convertirse en un centro de conservación, investigación y educación. Ya no se recibirán más animales exóticos y se evaluará en toda su colección, de unas 2000 especies, qué otros animales pueden ser trasladados.

Estos cambios serán anunciados hoy, que se celebra el Día del Animal, por la Comisión Técnico Ambiental para la transformación del Jardín Zoológico Eduardo Ladislao Holmberg, a fin de que sea considerado un emblema de ciudad verde y un nuevo centro de conservación de la biodiversidad y de educación ambiental.

"El gran desafío es lograr que el espacio siga siendo atractivo. Hoy, 3,5 millones de personas visitan el lugar por año. Es un centro de atracción muy grande y lo que se busca es que tenga una conexión con los espacios verdes que lo rodean", indicó Juan Carlos Villalonga, presidente de la Agencia de Protección Ambiental porteña (Apra) e integrante de la comisión reformadora.

Dentro del plan de reforma se incluye también un fondo anual de 1,3 millones de pesos para proyectos de conservación de fauna dentro o fuera del zoológico, incluso en otros puntos del país.

"La idea es transformar verdaderamente al zoológico. Va a ser activo promotor de conservación en el país. E imponer la idea de que ya no es un lugar de encierro", agregó Villalonga.

El Zoo porteño es manejado hoy por una concesión encabezada por la empresa Jardín Zoológica, muy cuestionada. Paga mensualmente un canon de 1,5 millones de pesos. Según indicó el gobierno porteño, el fondo para los proyectos de conservación saldrá de ese canon.

Concesión

El contrato de esta compañía finaliza en 2017, pero es aún una incógnita la futura administración. "Los cambios en los zoos del mundo fueron graduales y se está analizando si es mejor que sea administrado por una fundación, como en el Zoo de Nueva York", dijo el titular de la Apra.

Malala Fontan, activista por los derechos de los animales, conoce el proyecto, y aunque apoya la iniciativa cree que falta definir un plan concreto: "Tienen aparentemente muy buenas intenciones, pero que nunca delinearon. No tienen un proyecto de reconversión, no pudieron...

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