Impotencia ante el horror

MADRID.- El amanecer de fuego y muerte en Bruselas enseñó a Europa otra cara del horror jihadista: la impotencia ante lo previsible.

"Pasó lo que temíamos", dijo el premier belga, Charles Michel. La frase tiene la fuerza de una confesión y resume la vulnerabilidad extrema de Occidente ante la amenaza terrorista. Los servicios de inteligencia compartían desde hacía semanas informes que ubicaban a la capital de la UE en el foco .

Las fuerzas de seguridad de Bélgica comandaban desde el martes pasado una megaoperación antijihadista en Bruselas, en la que resultó capturado con vida Salah Abdeslam, el kamikaze que sobrevivió a los atentados de noviembre en París. Tenían rodeados a sus cómplices. Veían venir una venganza.

Y las bombas volvieron a estallar.

Europa se llenó de controles. Francia cerró la frontera. Bélgica quedó blindada. Se reforzó el despliegue militar en los aeropuertos y estaciones ferroviarias. Los gobiernos de todo el continente se recluyeron en comités de crisis para analizar hasta dónde subir los niveles de alerta.

Pero los atentados de Bruselas revelan la enorme complejidad de frenar a las células jihadistas cuando sus comandos están dispuestos a morir matando.

"Lo que queda en evidencia es que si falla la inteligencia hay poco que se pueda hacer con controles físicos -señala Charles Shoebridge, especialista británico en contraterrorismo-. Éste es el gran desafío que plantea la repetición de ataques suicidas en Europa."

¿Hubo una distracción de las autoridades belgas, tan avisadas que estaban de que había un atentado en marcha? ¿O el propio éxito de las redadas policiales precipitó los ataques de ayer, como un acto desesperado de extremistas que se sentían acorralados?

Fernando Reinares, investigador del Real Instituto Elcano y máximo experto español en terrorismo, cree que "no es descabellado" pensar que las bombas en Bruselas fueran una reacción directa a los operativos de seguridad.

"A la vista del cerco policial que se venía estructurando desde el martes pasado pueden haber decidido anticipar un golpe que estaban preparando. Es una hipótesis razonable -dijo-. De hecho, se trata de ataques que no tienen el nivel de complejidad de los de París."

Por un lado, sería una jugada psicológica: demostrar que la capacidad de aterrorizar no se agota por la captura de una figura emblemática como Abdeslam. Pero sobre todo tendría el sentido práctico de golpear antes de que las fuerzas de seguridad pudieran acceder a información...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR