Impacto: fruto del trabajo

Emocionó la entrega defensiva, que totalizó 104 tackles, razón fundamental que permitió conservar el in-goal invicto por segundo partido consecutivo. Contagió la fiereza del pack, que se impuso en una batalla clave, y desató la alegría la picardía, velocidad y dinámica que le imprimieron los backs al juego. La Argentina funcionó casi a la perfección, sólo por algunos pasajes del encuentro fue indisciplinado, pero eso fue todo. El resto no dejó lugar a dudas. Impactante, aunque lejos está de ser sorpresa. El histórico triunfo de los Pumitas ante Australia por 15-3, el primero que logra un seleccionado Menores de 20 ante los Wallabies, que los dejó a un paso de las semifinales del Mundial Juvenil, tiene respuestas que exceden a la fortuna o la a cuestiones que terminan en un campo de juego. Esta victoria se empezó a gestar hace cuatro años. Es el producto de la madura decisión que tomó la Unión Argentina de Rugby (UAR) de profesionalizar las estructuras."Es un momento espectacular para el rugby argentino. ¿Cómo explico este triunfo? Es un proceso que comenzó hace casi cuatro años. A estos chicos los agarramos a los 18 años. El grupo de jugadores que está en Sudáfrica forma parte del Plan Nacional de Alto Rendimiento; estamos orgullosos", dijo, exultante, el presidente de la subcomisión de Alto Rendimiento, Manuel Galindo.Para alcanzar la excelencia en la mejor formación de los jugadores, la UAR abrió cinco centros de alto rendimiento en el país: Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Tucumán y Mendoza. "Nosotros llegamos hace dos años y el plan ya estaba en marcha. Lo continuamos y perfeccionamos un poco. Hay que creer en los procesos a largo plazo, esto lo demuestra. Vamos por el buen camino", agregó Galindo. Los juveniles que forman parte del Pladar reciben un apoyo físico, nutricional y cobertura médica.El proceso de formación está dando sus frutos. El triunfo ante Australia y la victoria en el debut ante Francia sirven de prueba. Ayer los Pumitas superaron una prueba de carácter. Los tries de Felipe Nougués y Pablo Matera pusieron a los argentinos en las puertas de las semifinales. Pero no fue una tarea sencilla. La cancha de Stellenbosch, producto de una tormenta previa, se transformó en un lodazal. La fórmula argentina fue simple: defensa y presión. A eso le sumaron un muy buen scrum.Los dirigidos por...