Ignorancia, toqueteos y errores

Joe Biden y Alberto Fernández

La política exterior nunca fue una reserva intelectual del kirchnerismo. Siempre ideologizó las relaciones internacionales, intentó sacar provecho sin contrapartidas y buscó la complicidad del mundo para la eterna excepcionalidad argentina . Trazos de ese estilo y de ese método surcaron toda la gira de Alberto Fernández por Roma y Glasgow. El primer error que cometió el Presidente fue llevar a cumbres internacionales los problemas domésticos argentinos . Habló una y otra vez contra Mauricio Macri como si estuviera en una tribuna de La Matanza. Los jefes de gobierno de los grandes países no hablan nunca de las cuestiones internas de sus naciones. Aquí, hace más de 60 años, Arturo Frondizi sentó un precedente que ningún otro presidente rompió hasta la llegada de los Kirchner. "Yo no habló en el exterior de problemas internos de mi país", dijo durante una gira por Europa. Tampoco fue una creación de Frondizi; era (y es) una política que se respeta en todo el mundo.

De hecho, el propio Alberto Fernández advirtió seguramente la sorpresa del presidente norteamericano, Joe Biden , cuando el argentino intentó seducirlo con estas palabras: "Yo me alegré con su triunfo, porque fue muy importante para su país y para el mundo". Biden se desprendió en el acto de la insistente mano de Alberto Fernández y cortó el encuentro casual de unos escasos segundos en Roma. Seguramente temía que el presidente argentino avanzara con una crítica a Donald Trump ; en ese caso, Biden hubiera defendido a su antecesor. Le guste o no, Trump es un expresidente norteamericano legítimamente elegido. Esas cosas se respetan en el mundo civilizado.

Alberto Fernández convivió con Biden durante cuatro días en Roma y Glasgow y, no obstante, le fue imposible conseguir una reunión bilateral de 15 minutos. Es algo nuevo en la relación de Washington con la Argentina. Barack Obama no le negó nunca una reunión bilateral a Cristina Kirchner en cumbre internacionales , a pesar de que nunca la recibió en el despacho oval de la Casa Blanca. El único líder del kirchnerismo que ingresó en el sancta sanctorum del poder washingtoniano fue Néstor Kirchner durante la gestión de George W. Bush . Ni Obama ni Trump les negaron nunca encuentros bilaterales a Macri en reuniones cimeras. Trump, además, recibió al expresidente argentino en visita oficial en la Casa Blanca.

Fue también la primera vez que un presidente argentino estuvo en Roma y no fue recibido por el Papa...

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