Julio Iglesias: un cantante maduro y carismático

MIAMI.?"A ver cómo me conquistas", dice con su tonada española y la voz carrasposa que le dejó una gripe. Julio Iglesias está sentado desde el mediodía en el sillón de un salón de conferencias de un lujoso hotel de South Beach. Desde allí, ve desfilar frente a él a una decena de periodistas. Cada una de ellas, en algún momento del encuentro con el cantante, no puede evitar sonrojarse ante la proliferación de elogios en los que el músico incurre cada vez que se presenta ante una mujer.Ni las líneas de fiebre con las que amaneció ni la seguidilla de entrevistas que lo mantienen hace horas encerrado y hablando de su nuevo disco, Julio Iglesias 1, impiden que el cantante de 68 años se destaque como el más enérgico del lugar. "A ver cómo me conquistas", desafía al comienzo de la entrevista con LA NACION. Es un reto difícil. Sale de la boca de un hombre que hizo su carrera de 43 años sobre la base de esa fama de conquistador que ratifica a cada minuto. Sin embargo, él rechaza rápidamente ese mote y lo reemplaza por otro: "Seductor, porque un seductor tiene un don natural ?explica?. Si yo no lo fuera, ya estaría fuera del mercado, porque seducir es cansador si no es natural", asegura, y da cátedra en la siguiente media hora.Hay una certeza que Julio Iglesias repite constantemente y que demuestra cuál es el origen de esa necesidad de cautivar con la actitud. "Yo cuando escucho mis primeras canciones, digo: «No puedo creer que cantara tan mal», pero, tal vez, tenía el encanto de una identidad y de un estilo", reflexiona. Ese fue, a su vez, el impulso para grabar el nuevo disco. "Yo antes era un cantante muy mediocre. No es que esté insultando a la gente que ha comprado tantos discos; lo que canté en esos primeros veinte años, las canciones mías, le gustaban más a la gente. Entonces, las he vuelto a cantar, y mucho mejor", destaca, sobre todo, temas como "Hey", "Un canto a Galicia" o "Me olvidé de vivir". El cantante es muy gráfico cuando concluye, con humor, con la idea: "Mi hijo menor [Guillermo], de cuatro años, ahora por lo menos resiste un minuto y medio con el auricular; antes, a los dos segundos, lo quitaba".Según el cantante, esta evolución se debe a su experiencia y, principalmente, al haber compartido canciones con artistas de la talla de Frank Sinatra y Stevie Wonder. Además, hace gala de los resultados positivos que las nuevas tecnologías llevaron al estudio de grabación, aunque demuestra ser un renegado de éstas. "Yo no sé entrar a Internet, ni quiero...

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