Idioma común

Se sabe: el sufrimiento acerca. Las penas compartidas pueden ser el fundamento de las amistades más sólidas. Esta ley no escrita se cumple aun entre aquellos que, en los papeles, deberían comportarse como enemigos acérrimos: en lugar de pelearse, se consuelan. En este caso, estos dos miran juntos aquello que quizá constituya su único anhelo: la libertad. De aquel lado del enrejado, sin poder salir, no les queda más remedio que ver pasar la vida sentados sobre el alféizar de la ventana y viajar no con las patas, como dicta su naturaleza, sino con los ojos. Tan bien parecen entenderse que resultan atraídos por el mismo incidente, y hasta se...