El humor, una especie en vías de extinción

El signo identificatorio de Canal 7 se luce con un considerable tamaño en los títulos de crédito que desfilan al final de cada proyección de Peter Capusotto y sus 3 dimensiones. El detalle, aunque en apariencia banal, no debería pasar inadvertido porque a partir del mismo pueden deducirse varias cosas: que el canal oficial estuvo presente en el tránsito al cine de uno de sus ciclos más ponderados, que ese mismo ciclo hoy no integra la grilla de programación del 7 y, finalmente, que a primera vista parece complicado que la exitosa película pueda verse en algún momento en su pantalla televisiva de origen por los requisitos y características de la realización en 3D.Para los fans más incondicionales, la ausencia de Capusotto no es un problema, por cuanto se acostumbraron ?aún con el programa en el aire? a descubrirlo y redescubrirlo una y otra vez vía Internet. El ciclo se repuso en Much Music y ahora volverá a verse en TBS (ver página 8).Existe, pues, una suerte de celebración permanente del humor de Capusotto, que va de la mano con nuevas formas de ver televisión. Pero a la vez deja en evidencia, como hecho incontrastable, la virtual desaparición de los ciclos de humor en los canales abiertos.Esta carencia rompe una tradición de toda la vida en nuestra pantalla chica. No hubo etapa importante en la historia de la televisión local que no recurriera a la ayuda del humor (y a los programas con sketches, su fórmula más característica entre nosotros) para apuntalar su programación e identificarla con su respectivo momento histórico, estético y artístico. En este sentido, Capusotto aparece como último avatar de...