El hombre que sabía demasiado

La noche del martes 8 de junio de 1954, la señora Clayton, asistente de un matemático británico de primera línea, fue como siempre hasta su casa y se sorprendió por las cortinas abiertas, las botellas de leche y el diario todavía sobre los escalones de la entrada. El matemático era Alan Turing, un talento fuera de serie que había concebido el modelo teórico de la computadora antes de que existiera la tecnología para construirla, y que había anticipado la posibilidad de la inteligencia artificial. Mrs Clayton golpeó a la puerta de su dormitorio, pero no obtuvo respuesta. Turing estaba muerto junto a una manzana embebida en cianuro a medio comer.

El presunto suicidio se había producido el día anterior, dos años después de que el científico fuera arrestado bajo cargos de homosexualidad y, para evitar la cárcel, hubiera elegido someterse a un tratamiento de castración química con estrógenos que le ocasionó agrandamiento de los pechos, obesidad, disfunción eréctil y problemas cognitivos. Tenía 41 años y había sido el jefe científico del equipo que logró descifrar los códigos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

La historia de este genio malogrado combina drama e inspiración por partes iguales. Hijo de un funcionario del servicio civil británico en la India, Alan Mathison Turing nació en Londres el 23 de junio de 1912. Fue un talento precoz (se cuenta que aprendió a leer solo en tres semanas) y muy pronto mostró interés por la ciencia.

En 1931 ingresó al King’s College, de Cambridge, donde el mundillo académico estaba inmerso en una controversia acerca de la naturaleza de la matemática. En el corazón de las discusiones estaba el hallazgo del lógico Kurt Gödel, que había demostrado que en la matemática elemental ocurre lo mismo que pasa frecuentemente en los juicios: hay verdades no demostrables.

"Según su biógrafo, Andrew Hodges, a los 24 años Turing deseaba profundamente producir un resultado matemático significativo", cuenta Verónica Becher, organizadora local del Semestre sobre Computabilidad, Complejidad y Aleatoriedad de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, que se realizó el año pasado y durante el cual se proyectó el drama documental Codebreaker, sobre la vida de Turing, dirigido por Clare Beavan y producido en 2011. "Una de las preguntas abiertas de la época era si existía un conjunto mecánico de reglas que resolviera todos los problemas matemáticos. ¿Se puede decidir mecánicamente qué enunciados son verdaderos y...

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